Tiene 17 años y mató a un hombre de 37 puñaladas: “Quiso violarme y yo me defendí”
POR VERÓNICA TOLLER
Personal de Criminalística ingresa al edificio en Gualeguaychú, donde una chica de 17 años asesinó a un hombre de 37 puñaladas.(P.Bianchi)
ENTRE RÍOS. CORRESPONSAL - 23/07/13 - 15:39
“Lo maté, lo maté”, gritaba la adolescente de 17 años tras bajar corriendo las escaleras de cinco pisos y tratar de abrir la puerta de calle frenéticamente. Una joven que vive en el edificio la contuvo y llamó a la Policía. “Me quiso violar”, repetía la muchacha con la cara, las manos y parte del cuerpo ensangrentados. Arriba, en el departamento A del 5º piso ubicado en un edificio de pleno centro en Gualeguaychú, Entre Ríos, Mario Farabello (67) yacía muerto, con 37 puñaladas en la parte baja del abdomen y en las piernas, una de cuyas puntadas le cortó la arteria femoral y se lo llevó en minutos.
El hecho ocurrió el viernes por la noche y recién se conoció hoy. La adolescente, cuyo nombre permanece en secreto de sumario por su edad, fue alojada de inmediato en la Comisaría del Menor y la Mujer, donde sus ropas fueron guardadas como prueba. Ayer, la Justicia ordenó su traslado al Instituto “José León Torres”, un hogar de niñas y adolescentes con problemas, de régimen abierto, a cargo del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf). La chica permanece allí con guardia de 24 horas.
El móvil del crimen no aparece, sin embargo, tan claro. Una fuerte hipótesis es la que mencionó la joven: intento de violación, en lo que podría haber sido un encuentro pautado para servicios sexuales que terminó en sangre. La otra hipótesis encara un intento de robo, dado que en el departamento de Farabello se hallaron 167 mil dólares, producto, al parecer, de la venta de una propiedad de la víctima.
A pesar de que las primeras pericias indican que nada faltaría en el lugar, esta segunda hipótesis se fundamenta en el hecho de que la joven llevaba precintos de seguridad en su cartera. Por otro lado, en materia de armas, la Policía secuestró una navaja (arma del crimen) y un arma de fuego calibre 22 que no fue disparada.
Farabello alquilaba ese departamento desde hacía meses, luego de separarse de su esposa en 2012. La presunta agresora se ha negado hasta el momento a declarar, por consejo de la Defensora de Pobres y Menores que la asiste, Emiliana Cozzi.
Un detalle importante es que la joven no intentó huir en ningún momento, sino que pidió ayuda al salir a la calle ensangrentada, mientras repetía “me quiso violar, yo me defendí”. Otro elemento a tener en cuenta, si bien no está ligado directamente a la causa, es el hecho de que la misma joven estuvo involucrada en un caso de trata de personas en diciembre de 2011, donde dos hombres fueron detenidos al intentar cruzar con ella el puente que une las ciudades de Victoria y Rosario. La joven, que tenía 16 años en ese momento, era entonces la víctima.
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