Esta otra nota, sobre una amiga de la embajadora Alicia Castro, confirma la truchada de la relación con Venezuela.
Surge otra empresa “fantasma” en los acuerdos con Venezuela
POR MATÍAS LONGONI
El Grupo TAK nació en 2010, justo cuando se le adjudicaban las obras de una fábrica.
La favorita. Alicia Castro llegó como embajadora a Caracas en 2005 y siempre fue respaldada por Chávez. |
13/05/12
Unos 45 cuadros pintados por la artista Norma Bessouet fueron presentados, entre noviembre y febrero pasados en el Museo de Bellas Artes de Caracas, en una muestra auspiciada por la ex embajadora argentina en Venezuela, Alicia Castro, ahora destinada en Londres. La exposición se llamó “La realidad y sus sombras”.
Poco de real y muchas sombras tuvo ese montaje : Bessouet es una amiga íntima de una de las diplomáticas favorita del kirchnerismo y del presidente venezolano Hugo Chávez. Y su nombre fue utilizado para conformar una empresa fantasma a la que se intenta favorecer con contratos para construir “fábricas socialistas” en el país caribeño.
“Grupo Tak SA” , tal el nombre de esa empresa, nació el 30 de marzo de 2010, pero su acta fundacional recién se publicó en el Boletín Oficial del 22 de abril. Unas 48 horas antes, en una reunión entre los presidentes Chávez y Cristina Kirchner, se anunció que la firma había sido escogida por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias para levantar en Venezuela una fábrica de materiales de construcción. Posteriormente, el 1 de diciembre de 2011, el Grupo TAK apareció nuevamente en los acuerdos entre ambos gobiernos. Fue cuando se anunció que trabajaría en la “instalación de líneas para la producción masiva de insumos para la construcción de material de concreto”.
Un equipo de periodistas de ambos países detectó graves inconsistencias en la breve historia de esta supuesta constructora beneficiada por contratos del gobierno chavista. Por caso, nació con un escaso capital de solo 12.000 pesos y declaró como domicilio legal un departamento de Lavalle al 1700, donde funciona en realidad una agencia de viajes.
Más curiosidad despiertan sus dos socios. La pintora Bessouet, una argentina nacida en 1939, figura como su presidente. Y César Ramón Bogadi, un venezonalo nacido en 1956, aparece como vice.
Uno y otro viven la mayor parte del tiempo en Nueva York . Sin embargo, mientras la artista declaró vivir en un departamento de su propiedad en Buenos Aires, el socio venezolano aseguró residir en Arenales 855, dirección que corresponde al hotel LoiSuites.
De acuerdo a una gran cantidad de correspondencia mantenida entre ambas y difundida en Internet por el sitio “Leakymails.com”, Bessouet y la embajadora Castro son amigas íntimas desde hace tiempo, a punto que entre ellas se saludan llamándose “sister” (hermana en inglés). Un amigo común confirmó ese lazo, cultivado sobre todo a la distancia. En su currículum público, la pintora (que no es muy conocida en el medio artístico local) reconoce haber vivido desde los años setenta fuera del país. En aquella década emigró a Europa y obtuvo la nacionalidad española. Y en 1981 ancló en Nueva York.
De su extraño socio venezolano se sabe que trabajó hasta 1982 en la constructora caraqueña Atamani, pero luego también se radicó en los Estados Unidos. Bogadi patentó en 1991 una marca de cajas reusables para embalaje. Y con su firma CB Construction Inc., entre 1995 y 1998 se ocupó de remodelar el Consulado de Venezuela en Nueva York. Ese trabajo generó un conflicto con las autoridades venezolanas, a las que les reclamó una deuda de 16.000 dólares.
La relación entre el Grupo Tak y Castro, que en enero pasado dejó su puesto en Caracas para mudarse a Gran Bretaña, no se limitó a su vínculo con la artista plástica. En febrero de 2011, varios meses después de la firma del primer acuerdo, la embajadora y el agregado comercial en Caracas, Alejandro Piñeiro, acompañaron a Bogadi al estado venezolano de Aragua, donde se reunieron con el gobernador Rafael Isea. Castro luego declaró a la prensa local que el empresario estaba “interesado en fabricar tejas y materiales de construcción”. Hasta este momento, sin embargo, oficialmente no pudo confirmarse si ese proyecto – u otros semejantes – registran algún grado de avance.
“Yo no tengo nada que decir”, fue la respuesta de Bessouet a la consulta periodística. Bogadi, en tanto, confirmó que existe un proyecto para crear una empresa mixta, aunque eludió los detalles. “No hay mucho que pueda informar. Es parte de los acuerdos bilaterales entre Venezuela y La Argentina”.
La actual embajadora en Gran Bretaña, al inaugurar meses atrás en Caracas la muestra de su buena amiga, definió los cuadros de Bessouet como un “viaje y relato que nos llevan al corazón de la poesía”. Una poesía hecha de realidades. Pero también de sus sombras.