Cada 40 horas, matan a una persona en la ciudad y el conurbano para robarle
En lo que va del año, 114 personas fueron asesinadas en un asalto; la mayoría de los trágicos hechos ocurrieron durante las llamadas "entraderas"; el segundo motivo de los homicidios es por robo de autos; en el mismo período murieron 16 policías
Una persona es asesinada cada 40 horas en un hecho delictivo en la Capital, en el Gran Buenos Aires y en la ciudad de La Plata en lo que va del año.
En un relevamiento realizado por LA NACION sobre episodios delictivos que tuvieron conocimiento público en los primeros 202 días del año, resultó que 114 personas fueron asesinadas en ocasión de robo.
Del total de casos, 99 sucedieron en la provincia de Buenos Aires, lo que representa un aumento del 41% en comparación con las últimas cifras divulgadas que pertenecen a Procuración General bonaerense. En tanto, en la ciudad de Buenos Aires fueron asesinadas 15 personas.
Según ese informe, que se presentó a principio de año, en 2012 hubo 70 homicidios en ocasión de robo.
Desde 2008 que el gobierno nacional no hace públicas las estadísticas criminales del país.
Según otro relevamiento de similares características, realizado en enero pasado por LA NACION, en 2012 hubo 50 homicidios en ocasión de robo. La mayoría de los asesinatos ocurrieron en entraderas.
Los robos de vehículos son la segunda situación que más muertes provocó: 19 homicidios. En ninguno de estos casos, las víctimas poseían rodados de alta gama.
El promedio de edad de las víctimas ronda los 32 años. La más joven de ellas es Alejandro Panasiuk, de 22 años, quien fue asesinado de un disparo en la cabeza cuando se encontraba repartiendo pizzas en el distrito de Lomas de Zamora.
CRÍMENES E INDIGNACIÓN
Varios de estos crímenes generaron un importante malestar entre los vecinos y comerciantes de las diferentes localidades y barrios, que en varias oportunidades finalizaron con protestas y marchas. Tales fueron los casos como el citado Panisiuk, la muerte de Alejandro Javier Schildhauer, de 30 años, en la ciudad bonaerense de Caseros y la de Agustín Rodríguez, 77, en el partido de Quilmes.
Justamente Rodríguez, que poseía una panadería en Quilmes, fue asesinado por un motochorro antes de que pudiera entregarle el dinero que tenía en la caja registradora.
Este último caso fue el que generó una masiva movilización de vecinos y comerciantes hasta la comisaría de la zona para reclamar el esclarecimiento del hecho y mayor seguridad.
Uno de los casos cargados de brutalidad fue el crimen de Gabriela Mansilla, de 31 años, quien era dueña de un pequeño local de ropa femenina en la localidad bonaerense de Villa Adelina, en el partido de San Isidro. El 28 de enero un delincuente de 22 años entró a su negocio y la amenazó "con quemarla" si no le entregaba el dinero de la caja registradora.
Los $ 4500 más mercadería que le ofreció Mansilla no fueron suficientes para el ladrón, que prendió fuego varias prendas del local para luego arrojarlas sobre la mujer.
Después de agonizar cuatro días con el 50% del cuerpo cubierto de graves quemaduras, Mansilla falleció en el hospital de San Isidro.
También se dieron los casos de varios jubilados que sufrieron entraderas violentas, quienes fallecieron como consecuencia de paros cardiorrespiratorios debido a la crítica situación que estaban viviendo.
Tal es el caso de Ricardo González Belo. El 23 de enero, este hombre de 61 años encontraba cenando junto a su mujer y una de sus hijas en su casa en el barrio de Ringuelet, ciudad de La Plata.
En forma sorpresiva cuatro ladrones irrumpieron encapuchados y armados en su vivienda. A los pocos minutos, González Belo comenzó a empalidecer. Y se desmayó. Murió poco después por una insuficiencia cardíaca cuando lo atendían médicos de un servicio de emergencias.
Dentro de las fuerzas de seguridad también se registran casos mortales. En su mayoría, se trata de oficiales y de suboficiales de policía que intentan frustrar un intento de robo, como es el caso del teniente de la policía bonaerense Leonardo Pérez, de 30 años, que el 22 de enero fue asesinado por dos motochorros cuando evitó que una mujer fuera asaltada.
Sin embargo se encontraron episodios en los cuales efectivos policiales se encontraban fuera de su horario de servicio (ver aparte).
Los 16 policías asesinados en estos 202 días representan el 1,2% del total de los homicidios en ocasión de robo.
También se registraron víctimas dentro de vigiladores de empresas de seguridad privada. Dentro de ellos, dos casos tuvieron mucha repercusión.
El primero de ellos es el de Juan Carlos Sabini, de 42 años, que se desempeñaba como vigilador en una sucursal de la cadena de supermercados Dia%, en la ciudad bonaerense de Moreno.
Hace un mes, cerca de las 8.45 poco tiempo después de que el comercio abriera sus puertas, un delincuente ingresó portando un arma de gran calibre.
El ladrón se dirigió directamente hacia las dos cajas registradoras del lugar, pero no bien advirtió la presencia de Sabini, le disparó a corta distancia y se dio a la fuga.