Los Picapiedras
Por Alejandro Borensztein/Clarin
Así se llega a las fiestas. Todos felices,
tranquilos, disfrutando de la vida, en paz y amor... En Oslo.
Pensar que uno ya le había encargado a Papá Noel el triciclo para el nene y ahora resulta que todos los pibes están pidiendo que les regalen el mortero casero que usa el militante del Frente de Izquierda.
Quién hubiera dicho que semejante bestia peluda, en su intento por tomar el Congreso, derrocar la dictadura macrista michettista y concretar la revolución bolchevique kirchnerista, iba a terminar revolucionando la industria del juguete y transformándose en este simpático ícono popular. Lástima que ya no existe Titanes en el Ring por que hubiera sido el personaje perfecto para enfrentar al Caballero Rojo.
Aprovechando la situación, los jugueteros lanzaron para las nenas una nueva versión de la muñeca Barbie: la Barbie golpista. Viene con la cara tapada con un pasamontaña monísimo y pecheras intercambiables del Polo Obrero, La Cámpora y otros clubes de barrio. En el mismo blíster viene un set de piedras, una masa para romper monumentos, un muñequito de Julio Bazán con la toda la cabeza ensangrentada y un Leopoldo Moreau de plástico que cuando le apretás un botoncito que tiene en el ojete, habla y dice: “Esto te pasa por trabajar en TN”. Un hit de las ventas navideñas. Ya está agotado.
Así se llega a las fiestas. Todos felices, tranquilos, disfrutando de la vida, satisfechos por el deber cumplido de todo un año, en familia, en paz y en amor. En Oslo. Acá llegamos con el mismo quilombo de siempre.
¿De que se trató todo este episodio? En principio, es el resultado de un gran conglomerado de burros. Verdaderos picapiedras, dicho esto con todo respeto por Pedro, Vilma, Cuchi Cuchi y Betty.
Por supuesto, no son lo mismo los vikingos que rompieron la ciudad, que los torpes del gobierno que no supieron explicar de que se trataba la reforma previsional.
Tampoco se puede comparar a los kirchneristas que sabotearon las sesiones del Congreso en coordinación con las bestias que estaban afuera bombardeando a la policía, con los diputados de Massa que se prendieron en la maniobra de frenar la sesión.
Pero todos, o casi todos, en mayor o menor medida, se comportaron como verdaderos picapiedras. Por suerte. De otro modo, a esta altura del año, uno ya no sabría sobre que corno escribir. Veamos donde está el fondo del problema.
El Gobierno, incapaz de rasguñar la mosca de otro lado, cambió de manos una cifra que ronda entre 50 y 100 mil palos. La transfirió de los pobres jubilados a los pobres gobernadores. Es curioso que nadie haya salido a decir claramente, con los datos en la mano, el monto exacto del guadañazo.
¿Los jubilados van a cobrar a partir de junio por encima de la inflación? Si, es cierto. ¿A la larga van a cobrar más con la nueva fórmula de movilidad que con la vieja? Si, es cierto. ¿Ahora van a recibir un aumento similar al que hubieran recibido con la vieja fórmula? Cuaaaac.
Esa guita, aunque no esté escrito, se va a repartir entre las provincias según un acuerdo firmado por todos los gobernadores, salvo Rodríguez Saá de San Luis. Que los Rodríguez Saá hayan pasado de ser furiosos antikirchenristas durante toda una década a ser hoy los más alineados con Cristina es una de las tantas cosas que hacen que la política argentina sea cada vez más divertida.
El pacto fiscal fue apoyado también por la tía Alicia mientras su sobrino Máximo saboteaba la discusión parlamentaria. Cuando ya no le quedaron más piedras, votó en contra de su propia tía.
En el medio de todo esto, la justicia encanó a tío Cristóbal y a tío De Sousa (cuando uno es chico le dice tío a todos los amigos de sus padres, aunque sean malhechores).
El pacto fiscal le aseguró a María Eugenia Vidal 40.000 palos en 2018 y 60.000 en 2019. ¿Que está discutiéndose en el fondo?
El diputado Cabandié lo explicó mejor que nadie cuando denunció en el Congreso que esa plata la van a gastar en la “fórmula esteticista para el conurbano bonaerense”. El tipo llama “esteticismo” al hecho de llevarle agua, luz, gas, cloacas, asfalto y transporte digno al 50% de los bonaerenses que hoy no lo tienen, incluidos millones de jubilados. Así razona esta gente. Después se preguntan porque pierden las elecciones.
De hecho, si el kirchnerismo hubiera hecho un poquito de “esteticismo” no andarían por los pasillos llorando por haber perdido todas las elecciones y, por ende, todo el poder.
O sea, ¿qué estamos discutiendo en el fondo fondo? Si Vidal hace las cosas medianamente bien, con 100.000 palos en la bolsa, en 2019 a los kirchneristas les va a costar muchísimo retener las pocas intendencias que les quedan. ¿Por qué se sumaron al bochorno otros intendentes peronistas y hasta el mismo Massa representado por Camaño y Solá? Porqué las cloacas, las calles, el agua y la luz podrían llegar a avanzar sin discriminar entre intendencias peronistas K y no K.
Eso explica el sketch del intendente de Ensenada, Mario Secco, que irrumpió en la Legislatura provincial tirando piedras sobre el escritorio del presidente en protesta por que lo habían reprimido. Tiene razón. A partir de ahora si te hacen la multa por no llevar casco en la moto o la grúa te lleva el auto, estás habilitado a tirar abajo la puerta de tu legislatura con un hacha y hacer adentro lo que se te ocurra.
¿Todo esto es lo único que explica que diputados nacionales serios y experimentados hayan reclamado durante horas que se levante la sesión porque el pueblo estaba siendo reprimido cuando las imágenes mostraban todo lo contrario? No.
Hay otro problemita de fondo: el síndrome de abstinencia de poder. A dos años de haber dejado la Rosada, el kirchnerismo ya no aguanta más. No sólo no toleran haber perdido en 2015 sino que no pueden creer que volvieron a perder en 2017.
Seamos comprensivos. El poder es más adictivo que el paco. Propongo una solución coherente y acorde a la seriedad de nuestra vida política: que el gobierno de Cambiemos les preste la Casa Rosada un domingo cada tanto o algún que otro feriado.
Tampoco hace falta darles toda la Casa Rosada. Teniendo en cuenta la cantidad de funcionarios que están presos, con prestarles un par de despachos alcanza y sobra.
El plan es simple. Un domingo tempranito llega Cristina con algún ministro que todavía ande suelto, juntan unos pibes para la liberación en el Patio de las Palmeras, ella destrata a un par de empleados, habla 3 o 4 horitas, cantan un rato, insultan a Richard Nixon y se vuelven a sus casas más relajados.
¿Acá termina la explicación de todo lo sucedido? No. También les preocupa la persecución que llevan a cabo la justicia y los medios hegemónicos con Luis Majul y Pablito Codevilla a la cabeza. Ya cazaron más de 20 delincuentes inocentes y no paran.
Entre los más cercanos a la familia Kirchner, están en cana tío Carlos (Zannini), tío Julio (De Vido), tío Lázaro (Báez), tío Cristóbal (por López), el otro tío Carlos (por Carlos Kirchner, el primo del Centro Cultural) y tío Víctor (por Víctor Manzanares, el contador de toda la vida que, a esta altura de su arrepentimiento, ya estaría dejando de ser el contador de toda la vida).
A eso sumale el ex tío Amado, Luis D’ Elía, Yussuf Khalil, Fernando Esteche, Roberto Baratta, Ricardo Jaime, César Milani, Fabián De Sousa, José López, el “Mono” Miniccelli, Pérez Gadín, el “Caballo” Suarez, el “Pata” Medina y siguen las firmas.
Como para no preocuparse. Como para no pedirle a Papá Noel que les compre el mortero para vencer al Caballero Rojo.
Sé que laNochebuena que esta gente va a pasar hoy es una tragedia en la vida de ellos mismos y de sus familias.
Más gigantesca es la tragedia argentina de haber estado en manos de estos picapiedras. Que no se repita.
Paz y Feliz Navidad, amigo lector. De corazón.
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