Jorge Lanata:
"Yo me peleé con todos"
Este domingo vuelve con “Periodismo para todos” (El Trece) y sale al cruce de los que lo acusan de oficialista. En su casa, habla de su nueva sección, “The House of Grieta”, de Brancatelli, de su oficio, del éxito y del fracaso.
Silvina Lamazares |
Entre café y alfajorcitos, la charla transcurre a la hora en la que dormiría la siesta: acaba de terminar su programa de radio (Lanata sin filtro, por Mitre) y en unas horas lo espera la reunión de producción para preparar su regreso a la pantalla. Dice estar molido, pero no se le nota. En su escritorio, entre libros de arte y cuadros preciosos -uno de ellos, un retrato de Jorge Luis Borges-, habla de su vuelta al medio que ya le valió 23 Martín Fierro, alineados en otro ambiente, entre premios Tato y otras distinciones.
“Esta temporada de PPT va a estar mas focalizada en la actualidad, porque estamos muy cerca de las elecciones. Va a haber información propia, pero más vinculada a estos tiempos. Vuelvo con las imitaciones, que es algo que tenía ganas de hacer. Está pensado -adelanta- como algo muy divertido con varios personajes. Haremos a todos, a (Jaime) Durán Barba, Marcos Peña, (Horacio) Rodríguez Larreta, (Mauricio) Macri, María Eugenia (Vidal). Del lado de los K estarán Cristina (Fernández), Máximo (Kirchner), (Oscar) Parrilli, (Daniel) Scioli, Alicia Kirchner...
-¿Vas a interactuar con todos?
-No. Lo que pasa es que ellos formarán parte de un segmento fijo, que se llamará “The House of Grieta” (ver La apertura...), y por cuestiones operativas, ya que algunos actores tienen varios personajes a cargo, se graba los viernes y yo no participo de eso, en principio. Pero después es probable que en el monólogo sí aparezcan algunos en vivo. El programa abrirá siempre con esa especie de novela en la que habrá dos casas divididas por una grieta. De un lado los K, del otro los PRO. E interactuarán entre ellos.
-¿Sergio Massa y Lilita Carrió en qué casa van a estar?
-Bueno, es que algunos no estarán en las casas.
-Tiene aroma a “Gran cuñado”, ¿no?
-Será una especie de Gran cuñado con Buenos vecinos (1999, por Telefe), esa onda. Después llegará el monólogo, la nota central del día y más tarde habrá una suerte de mesa de debate con la que vamos a ver si podemos hacer panelismo en serio, que es algo que a la TV le falta un poco. O sea, poner periodistas a discutir temas. Calculo que serán más sociales que políticos. Imaginalo como una gran charla con opiniones cruzadas...
-“Polémica en el bar” con otro contenido...
-Tranquilamente. Si querés llamarlo así está bien, lo tomo.
-Que un periodístico vuelva en un año electoral, ¿te lleva a hacer un programa netamente coyuntural?
-Yo no creo que haya momentos en los que hay más o menos información. Información hay siempre... la tenés que saber buscar. Mucha gente el año pasado preguntaba ‘¿Y ahora qué vas a decir de Macri?’. Y hay momentos en los que criticamos a Macri y momentos en los que criticamos a otros.
-¿Sentís que hay una obsesión que apunta a ver cuánto le pegás a este Gobierno?
-Puede ser, pero la verdad es que yo me peleé con todos, Macri incluido. En la radio cuando hablo mal de este Gobierno hay mucha gente que llama para putear, porque nuestra audiencia vota a Macri. Pero no me importa. Ahora, por ejemplo, de las notas que tenemos pautadas para la tele hay algunas que le pegan claramente al Gobierno.
-¿Te cansa tener que explicar cada tanto tu modo de laburo?
-¿Sabés qué pasa? En la Argentina nunca terminás de ser quien sos, es como que todo el tiempo estás explicando qué hacés, cómo lo hacés, es muy agotador. Nadie tiene un lugar ganado. Yo cada tanto tengo que decir qué hice, con quien me peleé... Es una lástima que pase eso. Pero cada día trato de darle menos importancia porque, si no, no podría avanzar. Hay una influencia muy grande del microclima en los contenidos periodísticos.
-¿Cuál sería el microclima?
-Yo llamo así a los tipos que nos rodean a nosotros. Los que tienen llegada y son los que a veces influyen más que el público. Con el público no hay quilombo. A mí por la calle nunca nadie me dice ‘Che, pegale a Macri’.
-¿Y a través de los mensajes de los oyentes te lo han dicho?
-Guarda que ahora con las redes hay que distinguir qué mensajes son verdaderos y cuáles son operados. Uno de los programas que voy a hacer es sobre los trolls. Todos tienen trolls.
-¿Cómo se explica un troll?
-Mirá, un operador puede manejar 500 teléfonos. Esto que te digo es exacto. Y esos teléfonos se juntan en lugares que se llaman granjas. Y todo el mundo tiene. Y eso se puede direccionar: yo puedo mandar una granja a embarrar un programa determinado y entonces lo lleno de mensajes y soy Trending Topic (tendencia en la Web) y en realidad soy una sola persona. Y esa persona tampoco los escribe: la máquina tiene un algoritmo, vos le ponés determinadas palabras clave y luego compone el texto. Muy peligroso todo.
Fundador de dos diarios -Página/12 y Crítica de la Argentina-, autor del flamante libro 56 y creador de varias revistas, entre otras cosas, Lanata ostenta 40 años de oficio. Es desde ahí, con un cigarrillo que sostiene más de lo que fuma, que dice que “los periodistas debemos tener preguntas y las preguntas tienen que ser sensibles a lo que pasa, al entorno. Y tu entorno no puede ser sólo la computadora, tiene que ser la vida. Por eso, yendo a la práctica del oficio, yo no laburo con cucaracha. No quiero saber en el momento el minuto a minuto: tener a un tipo hablándome adentro es algo que no necesito, porque pienso que si yo me entretengo el público se entretiene, y si me aburro, se aburre. Prefiero saber el número al final”.
-¿Seguís hablando de “El argentino más inteligente” (el programa de entretenimientos que condujo el año pasado, por El Trece) como un fracaso?
-Sí, totalmente, pero analizado a la distancia ya no sé si fue tan fracaso, teniendo en cuenta los números que se hacen ahora en la tele. Hay programas que le rogarían a Dios estar en los 7 puntos. Pero yo no quería estar en un dígito. Lo siento como ir para atrás.
-¿Por qué creés que no funcionó?
-Me equivoqué, a lo mejor yo no servía para eso, a lo mejor el horario. Pero no me voy a quedar en las excusas. El programa fracasó y punto, no pasa nada.
-¿Irías por la revancha con otro ciclo de juegos?
-No ahora, pero desde hace 40 años para mí todos los medios son experimentales. Yo cada vez que hago algo lo hago de nuevo, siento que todo vuelve a empezar. Este año en la escenografía, por ejemplo, quiero mostrar cuadros: hace dos años me agarró la locura de la plástica (su ex esposa, Sara Stewart Brown, es artista y tiene una galería de arte), empecé a coleccionar cuadros, a estudiar, y voy a meter en cada programa un pintor distinto.
¿Y volverías a hacer un diario, de los que ahora llaman “de papel”?
-No, porque no tiene que ver con la época. A pesar de eso te digo que éste es un gran momento si uno quiere empezar a laburar en periodismo, porque todo es nuevo otra vez. El verbo “comunicar” no va a desaparecer nunca. En Internet estamos haciendo diarios del siglo XIX publicados en el XXI: título, bajada, volanta, recuadro. Tenemos que inventar cómo se van a leer los diarios.
-¿No tenés nostalgia por una puesta en página, por una redacción, por imaginar las noticias en el papel?
-A mí me encanta la gráfica de toda la vida, por eso fundé Página/12 a los 26 años... A ver, los camiones esperando la salida del diario en el taller, ¿querés escena más insuperable que ésa? Dos de la mañana, los camiones en marcha esperando... Pero pasó. Al papel, en la Argentina, le quedará un poco más de 10 años y no creo que desaparezca totalmente. Pero esto es generacional. Los chicos no usan reloj: se fijan la hora en el celular. A mí nunca en la puta vida se me ocurriría hacer eso. Pero hay que entender que las cosas van cambiando y que por más que le compres un reloj no lo va a usar. Con el diario pasa lo mismo. Lo que hay que hacer ahora es darle contenido a esto que todavía no sabemos manejar, porque en muchas cosas Internet es idiota también.
-¿Vos ves Página/12 ahora y ves algo de tu Página/12?
-No, Página cerró hace mucho, de alguna manera. Página hoy es una mueca de lo que fue, es una mala copia.
Cuenta que de lunes a viernes lee en la Web y los fines de semana se entrega al ritual del papel. Y, en plan de sincerarse, reconoce que “con 15 puntos de programa estaría contento, pero me gustaría medir 40. Yo laburo para que la gente me vea, quiero ser popular, no me da vergüenza confesar eso”. Como no le dio vergüenza publicar en su último libro que a los 50 y pico de años supo que era adoptado: “Lo que cuento es lo que pasó. Lo que no quise y no quiero es engancharme con qué voy a hacer. Lo último que necesito es gente diciendo qué debo hacer. Bastante shockeante fue enterarme. Lo escribí, me lo banqué y es una historia abierta en mí que no quiero discutir públicamente. Lo pongo en el libro porque es algo que me pasó en mis 56 años de vida... Es lo más importante que me pasó. Se derrumba un montón de cosas en las que creía”.
-¿Lo hablaste con tus hijas?
-Sí, senté a las dos. Primero lo hablé con Bárbara, la más grande, y, más cerca de la salida del libro, con Lola. Fue fuerte, fue hermoso. Ellas son divinas siempre. Ellas son mis hijas.
RECUADROS
-"Brancatelli es un chico al que le salió mal un chiste"
Ganador del Martín Fierro de Oro en 2016, Jorge Lanata terminó siendo noticia en la edición de este año por un desatino ajeno. Destinatario de una supuesta broma que realizó Diego Brancatelli desde el escenario, el conductor de Periodismo para todos tuvo que salir a explicar qué sintió ante la desafortunada idea del panelista de Intratables de regalarle “la Cristinita de la suerte”. Arrancó hablando junto a sus compañeros, que no dudaron en dejarlo solo en escena.
“Brancatelli es un chico al que le salió mal un chiste. El se crea a sí mismo, pero también América lo crea. Entonces, que el mismo lugar que le da entidad le suelte la mano públicamente es raro. Para mí fue algo insignificante lo que sucedió esa noche. Yo lo conocí el día que fui a Intratables y sentí que es un chico, que no da para discutir. No lo digo peyorativamente, pero me pareció un pibe que está empezando. No lo siento un enemigo. Igual, no cualquiera puede hacer una broma ante tanta gente. Hay que saber hacerla. Y está pagando el costo de aprender cómo es hacer un chiste”, dice.
-¿Te pidió disculpas?
-No, ni espero que lo haga. Me parece una pavada, que los medios sobredimensionaron.
-¿Y te entregó la Cristinita finalmente?
-Sí y yo se la di a alguien de producción para que la pusiera en la oficina. Debe estar ahí...
-El hombre que se anima a ir de visita de canal en canal
Acostumbrado a que las figuras de un canal no aparezcan por la pantalla de la competencia, más de un espectador se debe haber sorprendido ante el paso de Jorge Lanata por América y Telefe, justo en la previa a su desembarco por El Trece. Algo que debería leerse como natural terminó siendo tema de debate en los medios: ¿Lo dejaron ir? ¿Qué le darán a cambio?
Y, como condimento picante, la visita de Lanata a Intratables (América) estaba anunciada para el día en el que debutaba Las Estrellas y volvía ShowMatch. Lo cierto es que el periodista fue, pero otro día. “No hubo nada raro en esto: el productor de (Santiago) Del Moro me venía llamando hacía seis meses y cuando estaba por sacar el libro (titulado 56) le escribí y le dije ‘Puedo el otro lunes’, sin saber que empezaba Tinelli. Se armó una novela... Yo no tengo una relación con el canal en la que me prohiba ir a otro lado de visita”, aclara Lanata.
-¿Ni tenés que pedir permiso?
-Cómo voy a pedir permiso, si soy un hombre grande. Yo no sólo trabajo en el canal, estoy en la radio, saco un libro y voy a presentarlo adonde quiero. Y como se había armado tanto lío, antes de ir a lo de Susana Giménez (Telefe) me fijé en el contrato. Y no dice nada.
¿Te sentiste cómodo en el sketch de la empleada pública?
-Sí, estuvo divertido. En el backstage Gasalla me leyó una suerte de cuestionario y le dije ‘No hace falta, Antonio’. Después me preguntó cualquier otra cosa.
-¿Percibiste la tensión entre Fátima Flórez y Gasalla?
-Cero, no me di cuenta de nada.
-"The House of Grieta", una de las novedades de este año
Para su sexta temporada en pantalla, Periodismo para todos (domingo a las 22, por El Trece) pergeñó un regreso fiel a su estilo: la fórmula base de siempre -monólogo e investigaciones- más las novedades de cada año. Cambios que, lejos de modificarlo, siempre potencian su perfil.
La perlita de esta edición 2017 será el debut de ‘The House of Grieta’, una suerte de reality show con dos casas enfrentadas en las que convivirán políticos, a cargo de actores e imitadores. Por allí desfilarán en la apertura de cada emisión (para darle vida a 11 personajes), Martín Bilyk, Mareke, Laura Bruni y Gladys Florimonte, entre otros.
Las investigaciones periodísticas, sello de autor del programa de Lanata, estarán a cargo de Maru Duffard, Ignacio Otero, Rodrigo Alegre, Gastón Cavanagh y Rolando Barbano.
Otra de las novedades será el armado de una “mesa de discusión” sobre un tema en particular, con la intención de que genere debate y polémica. Allí estarán sentados Gonzalo Bonadeo, Willy Kohan, Marina Calabró y Jesica Bossi. Cada uno aportará su punto de vista y su especialización sobre los distintos tópicos. Y Lanata será una suerte de moderador ante este grupo tan ecléctico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario