El medio es el mensaje
El libro gordo de la comunicación K
Al cabo de doce años de kirchnerismo, el sistema de medios de comunicación ha sido colonizado numéricamente por el oficialismo nacional. La aclaración es necesaria por lo siguiente: son abrumadora mayoría los medios favorables al Gobierno, pero su eficacia es inversamente proporcional. Veamos: en la TV abierta de Buenos Aires sólo el 20% (El Trece) es claramente crítica del poder central. De las siete señales de noticias, nuevamente sólo una señal (TN) no está alineada en absoluto con el Gobierno (el 14,3% del total). En radio, la balanza está aún más desequilibrada: de 16 emisoras AM porteñas, sólo 3 privadas no se encolumnan en momento alguno: Mitre, Continental (salvo el segmento de Víctor Hugo Morales) y El Mundo (18,7 del total). En materia de periódicos, en la principal ciudad del país, es donde la Presidenta más "sufre" ya que de los 17 que se editan en Buenos Aires, 7 están más lejos del poder (41%).
Estos y otros datos forman parte de un compendio monumental. El aspecto asusta un poco porque no sólo tiene 712 páginas, sino que su tamaño es el de las viejas guías de teléfono. Su único autor, Roberto H. Iglesias, se desempeñó como corresponsal internacional en las agencias United Press y EFE, es periodista y consultor.
A pesar de tan vasta trayectoria, nunca antes había publicado un libro. Será por eso que decidió que su "reseña crítica de la política de comunicación kirchnerista" fuera una biblia en el más estricto sentido de la palabra. Un detallado y sistemático registro del zafarrancho perpetrado en este terreno y de algunos significativos daños, en el campo de la comunicación y de las relaciones entre el periodismo y el poder en la Argentina, de los últimos años que costará mucho erradicar.
Roberto Iglesias ocupó más de 700 páginas para narrar el brutal cambio en el sistema de medios
Su libraco -"mamotreto" lo llama cariñosamente- El medio es "el relato", que acaba de publicar la editorial Autores de Argentina, se presentará mañana en la Feria del Libro, a las 17.30, en el stand de la Legislatura porteña.
Dividido en nueve grandes capítulos y cinco anexos que incluyen todo tipo de cuadros y estadísticas, el autor hasta consigue hacer de "Fuentes y bibliografía comentada", un bonus track imprescindible donde pasa revista meticulosamente a todo lo publicado sobre el tema, con referencias personales sobre cada obra. Así logra trazar un mapa inédito y de consulta para expertos y estudiosos del tema.
Ante tal grado de minuciosidad, la primera sensación que se tiene es que Iglesias comandó un afilado equipo de investigadores que dio vuelta los archivos y habló con medio mundo para no dejar ningún hilo suelto.
Y no. El medio es "el relato" es una obra absolutamente individual que le tomó dos años terminar, mientras simultáneamente desarrollaba sus trabajos cotidianos.
La investigación en Internet, bibliotecas, medios impresos y los testimonios recopilados, así como el ordenamiento y la sistematización de datos, dependieron de su exclusivo esfuerzo.
A fines de 2011, Iglesias temía un panorama más preocupante del que existe hoy: entonces parecía que Cristina Kirchner, que acababa de ser reelegida por más del 54% de los votos, iba a desmembrar Clarín, para que sus partes fueran compradas por grupos oficialistas y aplicaría a rajatabla los aspectos más cuestionables de la ley de medios. En ese escenario, la reelección indefinida estaba al alcance de su mano.
"El partidismo «militante» de los medios del Estado -enumera Iglesias-, el uso de la publicidad oficial para impulsar propaganda (Futbol para Todos) y para subvencionar medios privados oficialistas de funcionamiento escandaloso (Szpolski, Canal 9, etc), así como para crear un «periodismo de Estado» excluyente que ahogase al sector privado independiente, eran también puntales de esta estrategia."
Iglesias pensaba que el sistema de comunicación en la Argentina, si se profundizaban esas tendencias, involucionaría hacia el modelo irreversible de Venezuela o Rusia. La agresiva campaña del "7-D", que terminó frustrada, aunque un tiempo más adelante la Corte Suprema concediera la constitucionalidad a la ley de medios, y la consigna de "Cristina eterna", que lanzó la diputada Diana Conti, le parecieron entonces a Iglesias que llevaban hacia ese destino inevitable. Pero, por fortuna, esta dinámica nefasta tuvo algunos frenos precisos (resultados electorales menos favorables, consecuente imposibilidad de re-reelección y los sucesivos límites impuestos por la Corte a la llamada "democratización de la Justicia").
El libro analiza la llamada "década ganada" (2003-2013), que ha agregado dos años más en su faz radicalizada de kirchnercristinismo, que Iglesias ya está sistematizando con el fin de mantener actualizado su trabajo. Los que quieran profundizar pueden entrar enwww.elmedioeselrelato.com/ y el blog https://canalmensajeysociedad.wordpress.com.
Qué quedará de todo esto y qué pasará después del 10 de diciembre es la gran incógnita. Sólo el tiempo lo responderá..