Consejos para ahorrar dinero y cuidar el planeta
Parecen cosas de poca importancia, pero todas juntas disparan la factura de la luz y, cómo no, hacen un flaco favor al planeta. Aligerar nuestra huella de carbono y ahorrar dinero sin dejar de disfrutar de un hogar confortable es posible, incluso sencillo, siempre que estemos dispuestos a atacar por todos los flancos.
Siguiendo unos consejos simples, nuestra victoria será doble: un ahorro de cientos de euros al año y hacer los deberes en el cuidado de nuestro entorno. Por ejemplo, en el capítulo de laelectrónica, hay una serie de pequeños gestos que nos ayudarán reducir su costo. Impedir que los vampiros eléctricos hagan de las suyas es tan rápido como desconectar los aparatos eléctricos que no se estén utilizando.
El archisabido truco de colocar una regleta con interruptor para facilitar su encendido y apagado es una opción interesante por la comodidad que supone, pero también funcionaperfectamente adquirir el hábito de enchufar cuando se vaya a hacer uso y luego desenchufar.
Desenchufar la electrónica
Sea como fuere, la norma es desconectar por completo los aparatos como televisores o cargadores tipo teléfono móvil, que también gastan energía aunque no estén conectados a ningún dispositivo. Para no seguir sumando gasto, desconfiemos de sistemas de suspensión o del estado en espera.El ordenador es otro importante caballo de batalla. La norma también es básica y fácil de recordar: hemos de apagarlo si no se utiliza durante un largo tiempo, mejor que utilizar el protector de pantalla, y configurarlo en modo ahorro de energía.
La sustitución de electrodomésticos viejos es otro punto clave, sobre todo si son de la década de los noventa. Comparados con los modelos eficientes del mercado, su despilfarro energético es tal que sale a cuenta comprar un modelo eficiente, sobre todo si se trata de lavadoras o secadoras. Al paso de unos años, si no se producen averías importantes, la amortización está asegurada.
Huelga decir que se han de hacer cargas completas de lavadora, lavavajillas y, en su caso, secadoras, si bien se recomienda prescindir de éstas, sustituyéndolas por el tendedero de toda la vida, así como no abusar del agua caliente ni de los ciclos de lavado o secado largos.
A la hora de elegir una instalación o de sustituir, conviene saber que el calentador de gas natural utiliza menos de la mitad de energía que los eléctricos, y con respecto a las lavadoras convienen las de carga frontal, más ahorradoras en agua y energía que las de carga superior.
Por lo demás, una ventilación natural del hogar nos evitará grandes gastos en la climatización durante todo el año, especialmente en épocas frías y estivales. Algunas ideas serían abrigarnos bien si hace frío dentro de casa, instalar un ventilador de techo, utilizar persianas y toldos o, si tenemos la oportunidad, incluso plantar árboles alrededor de la casa.
Rizando el rizo, son perfectos los jardines verticales en paredes y techo para beneficiarnos de su poder aislante, que reforzaremos si tapamos chimeneas y sellamos ventanas y puertas.
El uso de bombillas de bajo consumo también hace la diferencia. Sí, hay que rascarse el bolsillo al adquirirlas, pero luego son más durables y utilizan mucha menos energía, del orden del 70 por ciento menos. Además, nos podemos ayudar aprovechando la luz natural (espejos, claraboyas o tragaluces son ideales) o con la instalación de temporizadores e iluminación solar en exteriores.