video donde El doctor Andres Carrasco ,investigador del conicet que tiene realizados estudios sobre los perjuicios para la salud de la población, causados por los cultivos transgénicos,en especial la soja. y el mal que se avecina de la mano de la corporación depredadora y monopólica : monsanto y su "arreglo" con nuestro gobierno.
Y en la siguiente nota : Florencia Roitstein nos cuenta como viene la mano desde europa,en la cuestión alimentos y en especial el maíz.
MAIZ TRANSGENICO
Todos cobayos
Una
bomba estalló. Ella pretende pulverizar una verdad oficial a nivel
mundial: la inocuidad de los organismos genéticamente modificados (OGM).
La revista científica Food and Chemical Toxicology –una referencia
mundial en materia de toxicología alimentaria– publicó los resultados de
un experimento llevado a cabo por un equipo liderado por el biólogo
molecular francés Gilles-Eric Séralini, profesor en la Universidad de
Caen.
La
bomba sacudió los cimientos del statu quo, e incitó un amplio debate
científico, sanitario, político e industrial acerca del uso masivo de la
biotecnología para el desarrollo de semillas para la alimentación
mundial.
El
maíz NK 603 resulta, según el estudio del investigador Séralini,
tóxico para los ratones de laboratorio, generándoles malformaciones
como consecuencia de la aparición de tumores en los pechos y en el
aparato reproductor y acortándoles a casi la mitad la expectativa de
vida.
El
estudio del profesor Séralini, más allá de las críticas y apoyos que
está recibiendo, puso en evidencia una realidad alarmante, el de ser el
único estudio que existe en el mundo sobre los efectos a largo plazo
del maíz transgénico. Hasta el momento los estudios sobre efectos de la
alimentación con OGM se realizaban con duraciones de hasta tres meses.
El del profesor Séralini es el primero realizado a dos años, es decir,
dos tercios de la duración de vida de los ratones de laboratorio. Si
bien este trabajo de investigación no es conclusivo, plantea una
cuestión crucial, las posibles limitaciones del sistema actual de
homologación de los OGM, de los fitosanitarios (plaguicidas), y de
muchos otros productos que son parte de la cadena alimentaria. En
efecto, en el sistema de homologación actual, son los propios
industriales quienes llevan a cabo los estudios toxicológicos.
Los
resultados de este estudio presagian sin duda el recrudecimiento de la
batalla entre los campos pro y los anti OGM, que irá más allá de los
límites del debate que desde hace unas semanas sacude a Francia. El
gobierno de François Hollande no descarta pedir a la UE la suspensión de
urgencia de la importación de este tipo de maíz. Las organizaciones
ambientalistas han solicitado a las autoridades europeas que tomen
cartas en el asunto de forma inmediata, ya que el NK603 está en
la cadena alimentaria de todos los ciudadanos. Se puede encontrar
potencialmente en cereales para desayuno, galletitas de aperitivo, pan
rallado, platos preparados, salsas, fiambres, cremas de postre, sopas,
pasteles, etc.
La
controversia suscitada por los resultados del equipo de investigadores
de la Universidad de Caen aparece como una oportunidad única para que el
poder público en Argentina (tercer productor del mundo de soja
transgénica) dé una batalla pendiente: el desarrollo de una institución
académica capaz de crear conocimiento propio, sólido e independiente,
para reglamentar la toxicidad de estos productos y refundar la industria
agropecuaria local en forma responsable.
Sin
duda es una decisión difícil. La Argentina les debe buena parte de la
bonanza económica a los productos agroindustriales que han aportado,
según el Indec, sólo en el año 2011, el 35% de los 99 mil millones de
dólares de exportaciones, siendo la soja, el producto estrella. En
términos económicos, la exportación de soja representa para las arcas
del Estado nacional el doble de las exportaciones automotrices, 13 veces
el de la carne y 18 veces la del vino. Entre 2007 y 2011 las
exportaciones de soja aumentaron en 50%, de 13 mil millones a 20 mil
millones de dólares. En otras palabras, gracias a la exportación de soja
transgénica hoy al país le ingresan 55 millones de dólares por día, más
de dos millones de dólares por hora, todas las horas de todos los días.
A
cambio de este boom económico toda la sociedad afronta, de manera
inconsulta, y seguramente ingenua, la degradación de la biodiversidad y
el desmonte sistemático del monte nativo. Pero, ¿y si además fuera
peligroso para la salud humana?
Las asociaciones de consumidores, las asociaciones de agricultores y demás organizaciones del sector público, privado y social deberían solicitar en forma urgente estudios científicos independientes para verificar, o no, las conclusiones del estudio francés. Y si así no lo hicieran, ¡que los ratones y los humanos os lo demanden!
Las asociaciones de consumidores, las asociaciones de agricultores y demás organizaciones del sector público, privado y social deberían solicitar en forma urgente estudios científicos independientes para verificar, o no, las conclusiones del estudio francés. Y si así no lo hicieran, ¡que los ratones y los humanos os lo demanden!
*Ex subsecretaria de Desarrollo Sustentable de la Nación.