"En un minuto hay muchos días"
Autor: William Shakespeare Haz que cada minuto cuente...
Podría
afirmar que se han compuesto las más bellas canciones, rodado las
películas más maravillosas y escrito los libros más inolvidables, al
respecto de la fugacidad de la vida y el enorme remordimiento que nos
supone el hecho de que cuando llega su final, deduzcamos, consternados,
que no hemos sabido aprovechar cada instante de ella de la mejor manera
posible.
Y
eso que, por ejemplo, cada vez que desaparece un ser querido, es como si
dispusiéramos de un gran aviso luminoso que nos diera cuenta de lo
efímero de nuestra existencia y de lo importante que resulta aprovechar
cada uno de sus minutos. Se diría que preferimos vivir sin pensar demasiado en que nuestra vida tiene un punto final.
La solución quizá es hacer las
cosas como si las hiciéramos por última vez, ponerle todo el amor a lo
que hacemos, decir los "Te amo" sin miedo a no ser correspondidos,
llorar sin importar quién mire, reír sin importar que nos crean locos...
soñar, creer, crecer, abrazar.
Hacer
que cada minuto de nuestra vida cuente. Es decir, no detenernos en las
absurdas y prescindibles preocupaciones cotidianas que nos restan
energía, ni en los problemas que disfrazamos de irresolubles, ni en nada
que nos impida darnos cuenta de que la vida transcurre. Y no dejar
pasar el momento porque creamos que mañana será un nuevo día; no sabemos
que nos espera al voltear la esquina.
Y
que si hoy me marcho pueda decir que fui feliz de haberme conocido. Que
fui feliz porque logré que cada minuto valiese la pena. Que fui feliz
porque escuché, observé, aprendí y crecí. Que fui feliz porque soñé y
feliz porque no me gano el miedo a perder.
¿Alguna vez te has preguntado qué cosas pueden ocurrir en un minuto?
La repuesta es rápida: TODO. Bastan sesenta segundos para quitarle la
vida a alguien o para perderla; para dejarse más de mil millones en la
bolsa; para que una persona firme un contrato que le salve o le condene
para siempre. Basta un minuto para que un terremoto destroce los más
altos rascacielos dejando sin vida a familias enteras. En tan solo un
minuto, dos automovilistas pueden chocar entre sí y sus familiares no
los volverán a ver jamás...
Sí,
es mucho lo que puede ocurrir en un minuto: grandes desgracias; los más
insólitos fracasos, pero también es cierto que un minuto es suficiente
para construir. Durante él, puedes expresar tu amor eterno hacia una
persona. En un minuto puedes unir a familias separadas durante años,
cuando logras hacer surgir de su interior la palabra: perdón. Es
suficiente para que borres las huellas de tristeza dibujadas en los
rostros de muchos niños y convertirlas en sonrisas. Basta un minuto para
que comiences una nueva vida.
Nunca
es demasiado tarde. Basta que aproveches el minuto presente y digas:
“Quiero”. Hay tantas cosas que puedes hacer en un minuto...
Walt Whitman
escribía, que se debe disfrutar del pánico que provoca tener la vida
por delante. Por otra parte, hay un bello poema que refleja lo que he
querido expresar:
Mira este día, porque es la vida, la misma vida de la vida, En su breve curso yacen todas las verdades y realidades de tu existencia: el éxtasis del crecimiento, la gloria de la acción, el esplendor del logro... Porque el ayer no es sino un sueño y el mañana es solo una visión. Pero el hoy bien vivido, hace de cada ayer un sueño de felicidad, y de cada mañana una visión de esperanza. ¡Mira bien, por lo tanto, este día!
Reflexión final: "La vida es simplemente un mal cuarto de hora formado por momentos exquisitos." (Oscar Wilde)