Página/12 y el triste rol de defender lo indefendible . EL PERIODISMO MILITANTE, AHORA MIENTE
Si hay un logro que no se le puede negar al
kirchnerismo, es el de haber dividido a los sociedad primero, y a los medios y
periodistas después. Esta estrategia, que no es novedosa en nuestro país —ya que
es la misma que utilizaba Juan Domingo Perón en sus dos primeros gobiernos— hace
que hoy, tanto los medios periodísticos impresos, canales de televisión, radios,
diarios y portales de noticias se dividan en oficialistas y
opositores.
Lógicamente, desde la visión de una persona
promedio, no se puede llamar a un medio o a un periodista “opositor” por el solo
hecho de no defender, promocionar o aplaudir los actos de gobierno, sean los que
sean, pero esa es la estrategia del oficialismo.
Desde el kirchnerismo parecen ignorar que,
precisamente, la función del periodismo es observar, investigar,
informar y opinar, tanto al gobierno como a la oposición. Pero claro,
también es más que evidente que al kirchnerismo no le simpatiza el rol que debe
realizar la prensa, máxime cuando ésta ventila las intimidades de tantas cosas
mal hechas.
Podría confeccionarse una larga lista de
acciones mal realizadas por el kirchnerismo, comenzando por los ya emblemáticos
fondos de santa Cruz, las tierras fiscales de El Calafate, la valija de Antonini
Wilson, los retornos por los subsidios, el falso título de abogada de Cristina
Fernández, el crecimiento patrimonial del matrimonio Kirchner, los vuelos
deliberado del Tango 01, el caso de las Madres de Plaza de Mayo, el caso
Skanska, en fin, la lista es muy frondosa, y más si se le agregan las mentiras
que cuentan, o las promesas que jamás se cumplieron.
El kirchnerismo, en honor a la verdad, en
materia de canalladas no es nada creativo, ingenioso o capaz de inventar nada
nuevo, puesto que todas estas chicanas ya fueron utilizadas por muchos
gobernantes. Incluso, hasta podría aseverarse que copiaron el modelo del
tristemente célebre ministro de propaganda de la Alemania nacionalsocialista, Joseph
Goebbels.
Lógicamente que los tiempos han cambiado y,
la Argentina actual no es la
Alemania nazi. Por
suerte hoy existe Internet, pero el principio es el mismo: “Miente, miente que
algo quedará”.
No es ninguna novedad que para contrarrestar
a la prensa crítica, opositora, anti k o como se les ocurra llamarla, el
kirchnerismo trató, desde el principio de sus días, utilizar una especie de
“vacuna”, que es, ni más ni menos, la creación de la prensa oficialista, o sea,
la enorme cantidad de medios y periodistas cooptados y comprados por el
Gobierno.
Es necesario aclarar en este punto, dos
cosas. La primera, es que un porcentaje de estos medios y/o periodistas,
realmente creen en el denominado “modelo nacional y popular” y, la segunda, es
que de ninguna manera está mal que haya periodistas y medios afines al gobierno
de turno. Lo que sí es verdaderamente lamentable, es que estos estén pagos con
fondos públicos. Algo inadmisible e intolerable bajo cualquier punto de vista.
Este es el principal motor del periodismo oficialista, el autodenominado
“periodismo militante”, pagado y rentado por el
Estado.
En toda esta historia existe, por supuesto,
un medio que fue el precursor: diario Página/12, al que, a esta altura de las
circunstancias, podría denominarse como el abanderado o decano de los medios
K.
Al igual que el kirchnerismo, Página/12
tampoco es precursor, original ni inventor de nada. Lo que este diario hace,
simplemente, es copiar la metodología de diario Pravda de la ex URSS fundado por
Trotsky o su similar cubano, Granma. Estos periódicos tienen como fin destacar
las “buenas acciones” de los gobiernos y atacar constantemente todo aquello que
se considere una amenaza para el régimen.
En eso mismo se ha convertido Página/12, en
algo así como el “boletín oficial del kirchnerismo”.
Dentro de las obligaciones que ocupan a este
diario, se encuentra una muy particular y a la que no escatiman tiempo, espacio
y esfuerzo: tratar de desmentir todo lo que se publique en otros medios y afecte
a la buena imagen del Gobierno, además de, por supuesto, tratar de desprestigiar
a quien se atreva a tanto.
Este es el caso de la nota publicad el
martes 15 de mayo, en relación a la denuncia realizada por Christian Sanz, la
cual involucra al vicepresidente Amado Boudou por presunto "enriquecimiento
ilícito" durante su gestión en el Estado.
En dicha nota, titulada: “Una causa que
insiste con el vice” y cuya bajada comienza diciendo: “La denuncia la
hizo un periodista de dudosos antecedentes”, firmada por los
periodistas Irina Hauser y Raúl Kollmann, además de minimizar el núcleo de la
denuncia, dicen, textualmente: “El denunciante es el periodista Christian Sanz,
director del sitio de Internet Tribuna de Periodistas, especializado en
denuncias. Por ejemplo, sostuvo que el testigo desaparecido Julio López se
autosecuestró en connivencia con la SIDE y que la presidenta Cristina Kirchner no se
recibió de abogada. El letrado que representa a Sanz contra Boudou, Sánchez
Kalbermatten, fue denunciado por la familia de López por presentar con amplia
difusión un testigo de identidad reservada que decía (falsamente) que había sido
enterrado en el Parque Pereyra Iraola. Declaró su admiración por Bernardo
Neustadt y en la página de su estudio publica un saludo manuscrito del golpista
Mohamed Alí Seineldín.”
No conformes con esto, agregan una subnota
titulada: “Quién es el denunciante” y se despachan diciendo lo siguiente:
“Christian Sanz, el denunciante de Amado Boudou, se presenta como “periodista de
investigación, escritor y docente”, aunque sus antecedentes son oscuros. Durante
los ’90 dice haber publicado libros sobre la muerte de Carlos Menem Jr. y otro
sobre Alfredo Yabrán, donde daba entidad a leyendas urbanas sobre esas
desapariciones. En 2000 colaboró con Héctor Alderete en la creación del sitio
Seprin que elaboran ex agentes de inteligencia y años después abrió el portal
Tribuna de Periodistas, de tendencia similar. Desde allí, Sanz difundió toda una
serie de falsas denuncias contra el Gobierno. Entre otras cosas, Sanz habló de
una supuesta connivencia oficial con la desaparición de Julio López, denunció
que la
Presidenta nunca se
habría recibido de abogada, sugirió vínculos de Néstor Kirchner con el
narcotráfico, luego planteó dudas sobre la muerte del ex presidente y
últimamente tomó como nuevo blanco al
vicepresidente.”
Analizando y poniendo blanco sobre negro, lo
que publican con total liviandad estos periodistas que suelen cobran suculentos
sueldos gracias a los impuestos que pagamos todos los ciudadanos
argentinos:
1- ¿En qué se basan para decir que Christian
Sanz tiene “dudosos antecedentes”? ¿Cuáles serían, según Página/12? Un buen
periodista, si afirma tal cosa, debería, al menos
exponerlos.
2- Respecto a la investigación realizada por
Christian Sanz, en referencia al caso Julio López, el periodista muestra
absolutamente todas las pruebas como para afirmar lo que sostiene. El
punto es que es una verdadera lástima que, curiosamente, cada vez que se
denuncia algo que afecte al gobierno esto queda en la nada. ¿Por qué
será?
3- Christian Sanz no “dice haber publicado
libros sobre la muerte de Carlos Menem Jr. y otro sobre Alfredo Yabrán”, sino
que efectivamente dichos libros no solo fueron publicados sino que, además, se
pueden descargar desde Tribuna. Por lo tanto, además de ser un dato estúpido e
irrelevante, es falso.
4- Christian Sanz no colaboró en la creación
del sitio Seprin, sino que incluso lo denunció en varias notas. Ahora, en el
supuesto caso de que efectivamente esto fuese real, ¿cuál sería el problema?
Otro dato estúpido, irrelevante y falso
5- La nota dice que Christian Sanz realizó
la denuncia sobre la inexistencia del título de abogada de Cristina Kirchner.
Bien, ¡por fin pegaron una, muchachos! Es cierto, Sanz, no solo hizo la
denuncia, además realizó la investigación correspondiente, pero los
periodistas de Página/12 omiten decir que Cristina jamás pudo demostrar que
efectivamente es abogada y que la causa está cajoneadaen el Juzgado de…
¿adivine quién? Sí, acertó, del juez donde caen todas la causas que involucran
al kirchnerismo, el inefable Norberto Oyarbide, quien se conformó con un simple
y escueto papel firmado por el rector de la Universidad Nacional de La Plata, donde supuestamente se habría recibido la
presidenta que dice, palabras más palabras menos: “certifico que Cristina
Fernández de Kirchner se recibió de abogada en esta
universidad”.
6- La nota de Página/12 también dice que
Sanz sugirió vínculos de Néstor Kirchner con el narcotráfico. Otro error
muchachos, Sanz no sugirió nada, sino que además de decirlo con todas las
letras, aportó las pruebas pertinentes.
7- Por último, dice que el denunciante
planteó dudas sobre la muerte del ex presidente. Y aquí, mi pregunta es la
siguiente: ¿se puede afirmar y certificar cuáles fueron las verdaderas razones
de la muerte de Néstor Kirchner? Las dudas sobre la muerte del ex presidente no
solo se las plantea Christian Sanz, sino que se las plantean y plantearon muchas
personas en su momento. Sanz no hizo más que reflejar las pocas certezas en
torno a ese fallecimiento.
Con estos tristes, ridículos y falsos
argumentos, P/12 pretende no solo minimizar un hecho gravísimo de corrupción
cometido por el vicepresidente. También intenta desprestigiar a Christian Sanz y
al sitio Tribuna de Periodistas.
Esto no es nuevo, sino que es exactamente lo
que hizo Amado Boudou: en lugar de demostrar su inocencia en torno de lo que se
lo acusa, trata de desprestigiar al denunciante. Lo que se llama en términos
legales, tratar de invertir la carga de la prueba.
Resulta raro que sea más ni nada
menos Página/12 quien quiera ostentar un lugar de prestigio que perdió hace
rato, precisamente hace nueve años.
Tan bajo cae el medio que no se sabe, a
ciencia cierta quién, o quiénes, son sus verdaderos dueños y, tan desconfiable
es lo que publica que, su columnista estrella, es nada más ni nada menos que el
exdelincuente terrorista que hoy goza de libertad gracias al indulto de Carlos
Menem: Horacio Verbitsky, a quien podría llamarse como el “López Rega” de
Cristina, gracias a su tremenda injerencia sobre todas las decisiones de
gobierno. En cierta manera, eso tal vez explique el desastroso camino por el que
está transitando la economía argentina.
Este es el rol que hoy cumple, como muchos
otros medios, Página 12, el de la propaganda kirchnerista, algo muy diferente a
ejercer el periodismo, incluso a ejercer periodismo militante, ya que este se
remite a difundir proyectos, propuestas y hasta logros del Gobierno o el partido
por el cual militan u opinar bien o mal sobre propios y ajenos, algo muy
distinto a mentir o tratar de ensuciar a quienes simplemente decimos la
verdad.
Pablo Dócimo
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