"El optimismo soluciona la mitad de cada problema"
Autor: Jorge González Moore Pollyanna es una novela de Eleanor H. Porter publicada en el año 1913. Esta
novela narra la historia de una niña (Pollyanna), huérfana de padre y
madre, y que es enviada a vivir con su estricta Tía Polly.
Pollyanna, educada con optimismo por parte de su padre, desarrolla una especie de juego que consiste en encontrar el lado bueno de cualquier situación, con el fin de alegrar la vida de todos los que la rodean, empezando por su Tía, el Señor Pendleton, un hombre solitario, y la señora Snow, deprimida por una enfermedad que la obliga a permanecer en cama.
Pollyanna, educada con optimismo por parte de su padre, desarrolla una especie de juego que consiste en encontrar el lado bueno de cualquier situación, con el fin de alegrar la vida de todos los que la rodean, empezando por su Tía, el Señor Pendleton, un hombre solitario, y la señora Snow, deprimida por una enfermedad que la obliga a permanecer en cama.
El libro
obtuvo un éxito inmediato tras su publicación y consiguió añadir un
nuevo término al diccionario inglés, en el que la palabra "Pollyanna" se
utiliza para describir a una persona que es optimista de manera
exagerada.
Es frecuente,
la tendencia del ser humano a asignar probabilidades más altas a las
alternativas más deseables y, por contra, probabilidades menores a las
menos apetecibles. Este efecto, que es conocido en psicología como 'Principio de Pollyanna' (en
referencia a la protagonista del libro de Porter), nos muestra cómo las
personas sobrestimamos las posibilidades de ganar, por ejemplo, en
juegos de azar como loterías y concursos.
Las
investigaciones indican que en el 'nivel subconsciente', nuestras mentes
tienen una tendencia a esperar una solución optimista de los asuntos,
mientras que en el 'nivel consciente', tenemos tendencia a esperar una
conclusión negativa. El sesgo inconsciente hacia lo positivo es el
principio de Pollyanna. Concepto descrito y desarrollado por los
investigadores Matlin y Stang en el año 1978.
En las malas
épocas -cuando enfrentamos enfermedades, duelos, decepciones, conflictos
emocionales o crisis financieras-, parece obvio que nos sentiremos más
felices y saludables si adoptamos el principio de Pollyana y tratamos de
encontrar lo bueno de cada situación.
La mirada optimista de Pollyanna hacia la vida ha sido aclamada y criticada a la vez, pero la moraleja que se desprende del libro en cuestión es que la actitud positiva no solo tiene el poder de transformar nuestro mundo, sino también el poder de cambiar, para mejor, el de la gente que nos rodea.
La mirada optimista de Pollyanna hacia la vida ha sido aclamada y criticada a la vez, pero la moraleja que se desprende del libro en cuestión es que la actitud positiva no solo tiene el poder de transformar nuestro mundo, sino también el poder de cambiar, para mejor, el de la gente que nos rodea.
Para que el
principio de Pollyanna no se convierta en una feliz, pero ciega, visión
de la vida, se han de reconocer tanto los eventos negativos como los
positivos de cada materia, y optar, conscientemente, por centrarnos solo
en los aspectos positivos. Es decir, no se trata de ignorar el evento
negativo, sino de dedicarle solo la cantidad de tiempo adecuado para que
afloren y se diluyan las emociones nocivas.
En la versión cinematográfica, Pollyanna lleva en una cadena una cita de Abraham Lincoln: "Cuando uno mira lo malo en los hombres con la esperanza de encontrarlo, seguramente lo encontrará."
Estas palabras son genuinamente ciertas Al buscar los aspectos
negativos en las personas (y en la vida), los hallaremos. Sin embargo,
cuando nos centramos en la búsqueda de lo positivo, lo que encontremos
también lo será.
No debemos aspirar a pensar que todo es perfecto, feliz y provechoso. En cambio, debemos mirar hacia el corazón de la historia de Pollyanna y aspirar a ser como la niña que, al mismo tiempo que hace frente a las circunstancias negativas de su vida (muchas y dolorosas), continua esforzándose, diligentemente, para ver lo bueno en todo lo que la rodea y sacar a la luz la mejor versión de los demás.
No debemos aspirar a pensar que todo es perfecto, feliz y provechoso. En cambio, debemos mirar hacia el corazón de la historia de Pollyanna y aspirar a ser como la niña que, al mismo tiempo que hace frente a las circunstancias negativas de su vida (muchas y dolorosas), continua esforzándose, diligentemente, para ver lo bueno en todo lo que la rodea y sacar a la luz la mejor versión de los demás.
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