La minería a “gran escala” deja su impronta en la Cordillera Diciembre,06 de 2005
El contexto económico nacional es favorable para ciertas inversiones
extranjeras y la minería no es un sector ajeno. Desde la década del ‘90 la
Argentina se ha convertido en una plaza con expectativas positivas para las
empresas interesadas en la explotación de las riquezas de la montaña.
"Por una política de Estado que tomó el país desde entonces", dicen algunos,
o "por la gran cantidad de yacimientos sin explotar", sostienen otros; el
movimiento en el sector está considerado como un "boom" económico en los últimos
años. La Cordillera de Los Andes, que atraviesa el país desde Ushuaia hasta la
Quiaca, es por demás atractiva para los operadores que en otros tiempos
mantuvieron explotaciones del lado chileno con excelentes resultados. "Lo que
hay de un lado debe haber del otro", especulan los inversores.
La empresa Barrick, de capitales norteamericanos y canadienses, es una de las
empresas que ya radicó su emprendimiento minero en la provincia de San Juan. Es
la segunda compañía en el mundo, y a pesar de tener apenas 20 años de vida en la
actividad, pelea con sus competidoras inmediatas para liderar el mercado.
Además de Argentina, Barrick mantiene explotaciones en Tanzania (Africa),
Australia (Oceanía), Canadá y Estados Unidos (América del Norte), y en Perú y
Argentina (América del Sur).Con trabajos de exploración e informes de impacto
ambiental que vienen desde 1994, Barrick comenzó con la explotación minera
recién en el 2002 y en septiembre de este año fue inaugurada oficialmente con la
primer producción de barras de oro.
La mina El Veladero ubicada a 3200 metros sobre el nivel del mar en el Valle
del Cura, en plena Cordillera de Los Andes, es un ejemplo de lo que puede hacer
la minería moderna o a gran escala, como prefieren llamarla los expertos. La
región pertenece al departamento Iglesias en el noroeste de la provincia de San
Juan, a casi 150 kilómetros de la localidad de Tutcum y más de 350 de la Capital
cuyana.
Apertura de caminos de cornisa que llegan hasta los 5100 metros de altura, el
traslado de maquinarias de gran porte y las distancias, fueron unos de los
desafíos que presentó el proyecto descubierto en los años ‘80 por un
sanjuanino.Inversiones millonarias en obras de infraestructura privadas que
superan los 560 millones de dólares en un plazo de diez años y que incluyen la
construcción de un camino de montaña con un recorrido de 150 kilómetros para
llegar al corazón de Los Andes. La instalación de un campamento con hotel de
categoría 4 estrellas, garantizada con toda la atención sanitaria en un centro
de salud equipado con la última tecnología, en pleno desierto helado son algunas
de las muestras que deja el emprendimiento minero en ejecución.
Todo para mitigar los riesgos que significa la instalación de un campamento
en la alta montaña, separado por 3 horas de viaje de la población más cercana y
a la que el invierno castiga con temperaturas de hasta 40 grados bajo cero y un
acopio de nieve que supera el metro entre marzo y octubre. Barrick estima el
tiempo de explotación de la mina -que por ahora está en su etapa de "puesta a
punto"- se extenderá por los próximos 17 años, con una producción anual estimada
en 530 mil onzas. Según la empresa se trata de un yacimiento diseminado, con una
baja ley(concentración del mineral), calculada en 1 gramo por cada tonelada de
roca.No obstante, Barrick comprobó que esta porción de la Cordillera posee una
reserva aproximada de 12,8 millones de onzas.
A diferencia de Bajo la Alumbrera, Veladero se construyó como una mina a tajo
abierto, con minerales de oro y plata, provenientes de tres frentes, Filo
Federico, Mario y Amable. Cada Frente de la mina lleva el nombre de algún hijo
del geólogo que los descubrió.
Los tajos se construyen a través de terrazas
que demandan un año y medio de demoliciones y explosiones.
En Veladero trabajan como empleados de Barrick 725 operarios -la mayoría de
procedencia sanjuanina- y otros 1492 en las empresas contratistas de la
mina.
Desde que Barrick comenzó a operar en San Juan, se estima que causó un
impacto multiplicador en empleos indirectos del orden del 2,5 por ciento. Es
decir que por cada trabajador de la mina se crean dos y medio fuentes laborales
más. La empresa dice que invirtió más de 5000 horas en capacitación y
entrenamiento del personal, no sólo en lo laboral sino también en lo que hace a
la observancia de estrictas normas de seguridad, salud y cuidado del medio
ambiente.
Pero esto es sólo una parte, porque la empresa Barrick está esperando las
condiciones adecuadas (acuerdos entre Argentina y Chile) para comenzar con la
explotación del Proyecto binacional Pascua Lama que promete ser uno de los más
importantes del mundo. El yacimiento tiene una reserva de 17,6 millones de
onzas, con una producción anual que rondaría entre 750.000 y 775.000 onzas. El
costo estimado de construcción superaría 1.500 mil millones de dólares,
comenzaría a construirse en el 2006 y estará listo para comenzar a producir a
mediados del 2009.
Al igual que Cerro Vanguardia, en Santa Cruz, o Bajo La Alumbrera, en
Catamarca, algunos Yacimientos ubicados en territorio riojano están despertando
el interés de las empresas. Principalmente las reservas "auríferas" y
"argentíferas" (oro y plata) localizadas en las sierras de Famatina y Ulapes; y
otros que podrían encontrarse sobre la Cordillera tienen la vista puesta de las
compañías.
Fuente: Nueva Rioja – El Pregón Minero
jueves, 9 de febrero de 2012
La minería a “gran escala” deja su impronta en la Cordillera
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