" Para
ayudar a los cuerdos y formales... Se necesitan locos, ¡Dios mío!
Envíanos algunos locos,
de
aquellos que se comprometen a fondo,
de
aquellos que se olvidan de sí mismos,
de
aquellos que saben amar con fuerza y no con palabras,
de
aquellos que se entregan verdaderamente de cuerpo y alma.
Nos hacen falta locos desafinados, apasionados,
personas
capaces de dar el salto en el vacío inseguro,
cuando
algo o alguien los motiva,
aquellos
que saben aceptar la masa anónima,
aquellos
que no utilizan para su servicio al prójimo,
aquellos
que acompañan e inspiran a los cuerdos...
Nos
hacen falta locos, ¡Dios mío!
Locos
en el presente,
enamorados
de una forma de vida sencilla,
enamorados
del amor,
liberadores
de angustias,
amantes
de la paz,
libres
de compromisos,
decididos
a no hacer nunca exclusión,
despreciando
su propia comodidad o su vida,
capaces
de aceptar toda clase de desafíos,
al
mismo tiempo libres y obedientes,
espontáneos
y tenaces, alegres, dulces y fuertes,
y
en busca de sueños que deseen hacer realidad!
¡Dios mío! Envíanos locos…"
Un poco locos nada más y la vida
seguro será diferente...
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