
A continuación, con Uds. el descriptivo sentido de la realidad según Alicia.
Blogueros de la oposición - Vicisitudes y desventuras
Cuando me propuse hacer una semblanza sobre los blogueros de la "Opo", nada hacía suponer que ocurrirían tantos acontecimientos en tan pocos días y todos juntos.
Como es costumbre ya en nuestro hermoso país, nada se puede planear con anticipación porque los cambios son vertiginosos, sorpresivos y rápidos. ¡Todo atado con alambre! diría el cantautor Ignacio Coppani.
La cosa hoy cambió. Hoy tenemos nuevos amigos que antes eran enemigos y nuevos enemigos que antes eran amigos.
Se han movido muchas piezas a la vez en este tablero de ajedrez que es la política argentina. Ahora hay peones que han cambiado de color, reyes nuevos que se enfrentan a la dama que antes acompañaban, alfiles que atacan por todas las diagonales, caballos que ahora cabalgan a contramano y, por sobre todo, muchos enroques.
Dentro del actual panorama político, se hace dificultoso hablar de blogueros “opo”; pues hoy no se sabe muy bien quien es y quien no es oposición, y seguramente mañana cambie nuevamente dejando a esta notita como un cuento viejo, demodé y arcaico.
Solo puedo rescatar para hacer esta observación sobre los blogueros “Opo”, a los de siempre, a los de la primera hora, a los fieles, aquellos que mas allá de la coyuntura, siguen ejerciendo el sacrificado papel de ser “opo” en este maravilloso muro en el que suelo entrar.
Veamos:
En la “opo” también encontramos diferentes estilos.
Tenemos al bloguero periodista: Éste rescata artículos, notas y archivos varios, sólo de medios opositores y nunca de otros, también recurre a paginas web de oscuro origen, blogs de distinto tipo y tenor, wikipedea y googlea incansablemente y es capaz de recurrir hasta a la revista Atalaya, si en ella encontrara la mas mínima mención de algo de lo que pueda culpar al gobierno.
Blogueros de la oposición - Vicisitudes y desventuras
Cuando me propuse hacer una semblanza sobre los blogueros de la "Opo", nada hacía suponer que ocurrirían tantos acontecimientos en tan pocos días y todos juntos.
Como es costumbre ya en nuestro hermoso país, nada se puede planear con anticipación porque los cambios son vertiginosos, sorpresivos y rápidos. ¡Todo atado con alambre! diría el cantautor Ignacio Coppani.
La cosa hoy cambió. Hoy tenemos nuevos amigos que antes eran enemigos y nuevos enemigos que antes eran amigos.
Se han movido muchas piezas a la vez en este tablero de ajedrez que es la política argentina. Ahora hay peones que han cambiado de color, reyes nuevos que se enfrentan a la dama que antes acompañaban, alfiles que atacan por todas las diagonales, caballos que ahora cabalgan a contramano y, por sobre todo, muchos enroques.
Dentro del actual panorama político, se hace dificultoso hablar de blogueros “opo”; pues hoy no se sabe muy bien quien es y quien no es oposición, y seguramente mañana cambie nuevamente dejando a esta notita como un cuento viejo, demodé y arcaico.
Solo puedo rescatar para hacer esta observación sobre los blogueros “Opo”, a los de siempre, a los de la primera hora, a los fieles, aquellos que mas allá de la coyuntura, siguen ejerciendo el sacrificado papel de ser “opo” en este maravilloso muro en el que suelo entrar.
Veamos:
En la “opo” también encontramos diferentes estilos.
Tenemos al bloguero periodista: Éste rescata artículos, notas y archivos varios, sólo de medios opositores y nunca de otros, también recurre a paginas web de oscuro origen, blogs de distinto tipo y tenor, wikipedea y googlea incansablemente y es capaz de recurrir hasta a la revista Atalaya, si en ella encontrara la mas mínima mención de algo de lo que pueda culpar al gobierno.
El bloguero extremo: es aquel que se opone intensamente a todo. No importa a qué, él se opone; aún a las medidas del gobierno que puedan llegar a beneficiarlo. Es sanguíneo, emocional y de prosa encendida. Ama los adjetivos calificativos y no repara en hacer uso de ellos. Critica todo, desde el look de la presidenta, vestidos, accesorios, tratamientos de belleza, hasta las decisiones políticas más importantes y todo con la misma intensidad.
El bloguero moderado: para él no todo está mal ni tampoco todo está bien. Al tener una postura intermedia, es atacado implacablemente y sin miramientos por los dos bandos. Sufrido bloguero si los hay. NO alcanza a cubrir las expectativas de nadie y es criticado por todos.
El bloguero tímido: casi nunca escribe. Prefiere leer. Evita la confrontación y el agravio. Su apoyo es simbólico y solo a través del “me gusta”, es por esto que sabemos de su existencia; de otro modo pasaría inadvertido.
El bloguero optimista: es aquel bloguero que autodenominándose de la oposición, muy raramente o nunca, critica o se opone a alguna medida del oficialismo. Con un optimismo ilimitado y admirable, siempre ve el vaso lleno y nunca el vaso vacío, aunque exista. A veces le cuesta, pero se esfuerza para que su alegría de vivir no decaiga y encontrar lo bueno descartando lo malo aún en los peores momentos. Como contrapartida, increíblemente, casi nunca escribe del sector de la oposición al que pertenece. En general tiene mejor relación con los blogueros “K”, que con los “Opo”, con los cuales, en general, esta relación es francamente mala.
El bloguero psicólogo: este insufrible bloguero, se sube al caballo de un supuesto saber y para desespero de sus oponentes chapea desde allá lenguaje técnico, es así que encontramos frases del tipo: no proyectes tus miserias en mi, que fallido te mandaste fulano o terapia se hace con el terapeuta no el face. Opera a partir del mismo discurso de su interlocutor, se especializa en devolver la pelota y busca dedicadamente la contradicción. Y cuando la encuentra no tiene piedad se lanza a refutar cual soldado de Las Cruzadas y no se detiene hasta sentirse satisfecho.
Finalmente quiero hacer una mención especial para el bloguero inquilino: no se muy bien si es “opo” o “K”, es difícil de determinar, pero si sé que es un denodado luchador por el tema de su interés, a saber: la vivienda, los maléficos propietarios y los alquileres. Usa a diestra y siniestra el bloqueo y no acepta comentarios de nadie que no esté alquilando en este preciso instante. No importa que el murero que comente sus post haya sido inquilino 40años de su vida. El solo acepta el presente inmediato, nada de historias pasadas y desventuras ajenas.
El bloguero moderado: para él no todo está mal ni tampoco todo está bien. Al tener una postura intermedia, es atacado implacablemente y sin miramientos por los dos bandos. Sufrido bloguero si los hay. NO alcanza a cubrir las expectativas de nadie y es criticado por todos.
El bloguero tímido: casi nunca escribe. Prefiere leer. Evita la confrontación y el agravio. Su apoyo es simbólico y solo a través del “me gusta”, es por esto que sabemos de su existencia; de otro modo pasaría inadvertido.
El bloguero optimista: es aquel bloguero que autodenominándose de la oposición, muy raramente o nunca, critica o se opone a alguna medida del oficialismo. Con un optimismo ilimitado y admirable, siempre ve el vaso lleno y nunca el vaso vacío, aunque exista. A veces le cuesta, pero se esfuerza para que su alegría de vivir no decaiga y encontrar lo bueno descartando lo malo aún en los peores momentos. Como contrapartida, increíblemente, casi nunca escribe del sector de la oposición al que pertenece. En general tiene mejor relación con los blogueros “K”, que con los “Opo”, con los cuales, en general, esta relación es francamente mala.
El bloguero psicólogo: este insufrible bloguero, se sube al caballo de un supuesto saber y para desespero de sus oponentes chapea desde allá lenguaje técnico, es así que encontramos frases del tipo: no proyectes tus miserias en mi, que fallido te mandaste fulano o terapia se hace con el terapeuta no el face. Opera a partir del mismo discurso de su interlocutor, se especializa en devolver la pelota y busca dedicadamente la contradicción. Y cuando la encuentra no tiene piedad se lanza a refutar cual soldado de Las Cruzadas y no se detiene hasta sentirse satisfecho.
Finalmente quiero hacer una mención especial para el bloguero inquilino: no se muy bien si es “opo” o “K”, es difícil de determinar, pero si sé que es un denodado luchador por el tema de su interés, a saber: la vivienda, los maléficos propietarios y los alquileres. Usa a diestra y siniestra el bloqueo y no acepta comentarios de nadie que no esté alquilando en este preciso instante. No importa que el murero que comente sus post haya sido inquilino 40años de su vida. El solo acepta el presente inmediato, nada de historias pasadas y desventuras ajenas.
Hasta aquí llega mi breve descripción de los estilos más detectables. En general no se dan en estado puro, sino que un bloguero puede ocupar distintos estilos en distintos momentos o un mixture de varios en el mismo día.
Síntesis integradora y conclusión final
Síntesis integradora y conclusión final
Se puede advertir con claridad que tanto blogueros K como blogueros Opo se necesitan mutuamente, actúan como opuestos/complementarios, como el ying y el yang, como la noche y el día. Los unos sin los otros no existirían. Cuando faltan unos, los otros preguntan por ellos, el muro se achata y todo se vuelve gris. Y es esta pluralidad tan rica en matices, tan espontánea y viva, lo que le da a este muro la energía y el dinamismo que tiene. Es lo que hace que los mureros volvamos a entrar una y otra vez aunque nos prometamos todos los días que no lo haremos mas. Son los mureros los que hacen que el muro de El club de la Tarde sea lo que es y no otra cosa. Ellos son los artífices de esta obra y a ellos les agradezco la oportunidad que me han dado para hacer estas observaciones de entrecasa, simples y sencillas, pero que vienen de mi corazón.

Postdata: Habiendo terminado con esta breve descripción y hecho pública mi posición crítica de ambos bandos, me retiro a leer por quinta vez mi libro de cabecera, “Como Ganar Amigos”, obra que como verá el lector no me hizo mucho efecto. Fin.
Hasta la próxima y Felices Fiestas para tod@s!!!
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