Pronósticos electorales

Por Fernando Laborda
Especial para lanacion.com

Habrá que esperar tres semanas para las primarias abiertas del 14 de agosto, que serán la mejor encuesta nacional de cara a las elecciones presidenciales del 23 de octubre.

Claro que, a la luz de los resultados electorales de la Ciudad de Buenos Aires y de Santa Fe, y de lo que puede esperarse el 7 de agosto en Córdoba, donde el kirchnerismo no ha podido llevar una candidatura capaz de disputar el poder provincial, pueden hacerse algunas conjeturas sobre las reales probabilidades de Cristina Fernández de Kirchner de triunfar en una primera vuelta.

Una de las principales lecciones que dejaron las elecciones santafecinas es que el campo no le perdona al gobierno nacional el mal momento que le hizo pasar con la resolución 125 tres años atrás y que tampoco adhiere a una política intervencionista que traba enormemente algunas exportaciones, como las de trigo.

El voto rural castigó al kirchnerismo mucho más de lo que éste podía esperar y no es impensable que este fenómeno se repita en otros distritos donde la actividad agropecuaria es importante. No parece casual que ayer, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, le haya reclamado al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que se liberen cuanto antes unas 300 mil toneladas de trigo para la exportación.

Y una de las lecciones que dejó la primera vuelta en la ciudad de Buenos Aires, en las cuales Mauricio Macri aventajó a Daniel Filmus por más de 19 puntos, es que vastos segmentos urbanos de clase media siguen siendo reacios al kirchnerismo.

Si en las elecciones presidenciales de 2007, Cristina Kirchner obtuvo poco más del 45 por ciento con el acompañamiento de buena parte del campo y de los sectores medios urbanos, parece muy difícil que, cuatro años después, pueda llegar a obtener ese mismo porcentaje que le permitiría ganar en la primera vuelta sin tener hoy el aval del campo y de vastos sectores medios de las grandes ciudades.

No parecería factible, entonces, imaginar que Cristina Kirchner pueda vencer en primera vuelta con el mágico 45 por ciento.

La apuesta kirchnerista pasaría, entonces, por asegurarle a la Presidenta el 40 por ciento de los votos y una diferencia de más de diez sobre su más inmediato perseguidor.

El objetivo no parece tan fácil. El resultado que obtenga Daniel Filmus en el ballottage porteño del domingo próximo nos dará una pauta sobre cuál podría ser el techo electoral de Cristina Kirchner en la ciudad de Buenos Aires. La última encuesta de Poliarquía proyectó una adhesión del 38,9 por ciento para el candidato kirchnerista.

Los cómputos de Santa Fe, en tanto, podrían indicarnos que el 34 por ciento de votos logrados por la lista de legisladores provinciales encabezada por María Eugenia Bielsa, más que el exiguo 22 por ciento de Agustín Rossi, podría ser el techo de la Presidenta en esa provincia.

Estos datos no serían los mejores para el kirchnerismo y nos dan la pauta de que para superar el 40 por ciento en el orden nacional, la Presidenta dependerá más que nunca de la elección que haga el gobernador Scioli en la provincia de Buenos Aires. Y aun en el caso de que éste realice una estupenda elección, quedará la incógnita sobre cuántos de los votantes de Scioli podrían cortar boleta el 23 de octubre y apoyar a otros candidatos presidenciales diferentes de Cristina Kirchner.

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