Aníbal, las olimpíadas de la indecencia
por Carlos Pagni
Aníbal Fernández es, en sí mismo, una olimpíada de las malas costumbres. Además de ser procesado por Fútbol para todos (FPT), debió dejar la presidencia de la Confederación Argentina de Hockey (CAH). Se lo exigieron, avergonzadas, Las Leonas.
Fernández dejó en la CAH una maraña de problemas. ¿Cómo se tramitó el subsidio de $ 56 millones para instalar 40 canchas? ¿Quedaron 35 sin hacer? ¿Hubo licitación? ¿La CAH recibió el dinero o fue a la empresa Forbex? Acertijos para Mario Galliano, alter ego de Fernández en el hockey.
Los desaguisados del fútbol son interminables. El Galliano de FPT, Pablo Paladino, también fue procesado. Su club Los Andes, de Lomas de Zamora, dejó de recibir fondos y entró en crisis. Tampoco tendrá el bono de $ 5 millones que le daría el binguero Daniel Mautone por ceder su nombre a una sala de Puente La Noria. María Eugenia Vidal vetó ese megabingo. Los barras arden. Paladino es blindado a la aflicción. En estos días juega amistosos en España, bajo la mirada exigente del DT de su equipo: Guillermo Coppola.
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