Macri anunció medidas para amortiguar la inflación

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Anunció la baja del IVA para los jubilados y beneficiarios de la AUH. Además, los jubilados cobrarán $500 en mayo por única vez. Las iniciativas benefician a 8.400.000 personas.

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• Guido Carelli Lynch

Mauricio Macri presentó ayer un esperado paquete de medidas para beneficiar a los sectores más golpeados por la inflación y la suba de tarifas. “El Estado y nuestro gobierno quieren ayudar a cada argentino que está en la peor o en la situación más delicada”, sentenció el Presidente durante el anuncio oficial, en un geriátrico de Mataderos, a pocas cuadras de la General Paz. Hubo pocas sorpresas; en los últimos días se habían filtrado buena parte de las medidas, que el Jefe de Estado anunció ayer. La más importante es el proyecto de ley que el Ejecutivo enviará al Congreso para devolver parte del IVA a los jubilados que cobran el haber mínimo y a los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH). La medida alcanza a 8.400.000 personas.

Mientras el Parlamento discute la iniciativa, que contempla un tope de 300 pesos por beneficio, el Gobierno habilitará en mayo pago único de $ 500 para el mismo grupo, que representa casi el 20% de la población total del país. La enorme mayoría de esos 8.400.000 habitantes vive en los centros urbanos y buena parte de ellos en el Conurbano bonaerense, un área que preocupa social y políticamente al Gobierno.

Macri, en compañía de varios de sus ministros, oficializó además la AUH para casi medio millón de monotributistas y trabajadores temporarios y autorizó el cobro de la asignación para beneficiarios que recibían subsidios provinciales incompatibles con el instrumento nacional. También se anunció el tope de facturación de monotributo social y la convocatoria del Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil para la tercera semana de mayo.

Varias de las acciones ya habían sido delineadas por el Ejecutivo, pero esperaban el momento “oportuno”. “Necesitábamos certezas del escenario económico del año en términos de financiamiento, tarifas y expectativas”, confió un ministro del gabinete. El acuerdo con los holdouts y el financiamiento externo cambiaron el escenario económico.

Sin embargo, no son pocos quienes reconocen que también cambió el marco político. La reaparición de Cristina Kirchner sumado al costo político que estaría pagando la imagen del Presidente -debido a la inflación acumulada y el aumento de tarifas- terminaron de acelerar la implementación de las medidas. Algunos ministros reclamaban las acciones desde hacía tiempo, preocupados por el impacto social de las medidas y con elecciones legislativas en el horizonte. Otros las dilataban, porque la imagen presidencial seguía firme. “Necesitábamos acomodar los números”, afirman ahora. El martes Macri decidió avanzar con las medidas y se lo comunicó a sus aliados en Olivos al mediodía y por la tarde último detalles con su equipo de Gobierno. El ministro de Trabajo Jorge Triaca y su par de Desarrollo Social Carolina Stanley supervisaron cada medida. Ayer tuvieron un rol protagónico para explicarlas. En primera fila los escucharon Peña, el secretario general de Gobierno Fernando de Andreis y el ministro de Educación Esteban Bullrich.

En el centro de jubilados, Macri intentó mostrarse optimista. “Empezamos a ver la reducción y el fin sustancial del problema de la inflación. En el segundo semestre, la inflación va a bajar en forma drástica”, pronosticó. El mandatario trazó un diagnóstico duro de la herencia recibida y criticó a de manera elíptica a su antecesora. “Recibimos un Estado que, producto de la falta de planeamiento, la corrupción y la incompetencia perdió toda la capacidad para resolver la pobreza y la indigencia”, sostuvo al principio de su breve discurso. 

Antes de retirarse junto a otros funcionarios rumbo a la residencia de Olivos -donde mañana se reunirá con empresarios- insistió con las buenas noticias. “Soy muy optimista, vamos por el camino correcto, empezamos a generar trabajo de calidad, no trabajo artificial”, dijo a pesar de las advertencias de las centrales obreras en sentido contrario. 

Macri señaló que las medidas -que tendrán un costo fiscal de $ 20 mil millones- responden a tres ejes que persigue el Gobierno para reducir la pobreza: universalizar el ingreso a la niñez, mejorar los ingresos y cuidar los puestos de trabajo; esta última, una referencia a su reunión con los sindicatos del miércoles, a la que hizo mención.