José Pablo Feinmann dice que la gente se "cansó de la gran inteligencia que tiene Cristina"
El filósofo kirchnerista admitió que muchos "ya no toleran a Cristina"; también reconoció que no fueron buenas las cadenas nacionales
El filósofo kirchnerista José Pablo Feinmann volvió a sorprender. Después de sus controversiales palabras sobre María Eugenia Vidal y la "trata de blancas" -que después describió como "una broma"- ahora se ocupó de hablar en una entrevista con el diario El País de España de la presidenta Cristina Kirchner y el inminente ballottage del domingo próximo.
En el reportaje, Feinmann habla de todo y reconoce que fue "asesor" de Néstor, pero aclara que nunca tuvo una reunión reservada con la jefa de Estado. El filósofo identificado con el poder K también señala que hubo fallas en el proyecto político que termina el 10 de diciembre, entre otras cosas, por la falta generación de un sucesor.
José Pablo Feinmann, de todos modos, sorprende con la interpretación sobre el eventual "cansancio" de la sociedad ante el estilo de liderazgo de Cristina Kirchner y sus motivaciones profundas. Para él, la gente "se hartó" de "la gran inteligencia, de la brillantez" de la primera mandataria.
"Cansó la inteligencia de una presidenta que te habla por cadena nacional casi todos los días y te demuestra que tiene una gran inteligencia, mientras vos asistís a ese espectáculo, impotente y pensando: "¡Qué bocho (cabeza) tiene esta mina (mujer), ya me tiene harto!". Algo de eso jugó y además su imposibilidad de formar cuadros políticos".
Esta es la respuesta, quizás, de mayor impacto. Pero no se queda sólo allí. "Hay un desgaste natural en 12 años. Hay muchos que no toleran a Cristina, ni su modo de hablar, ni su modo de acomodar el micrófono, la ropa, o si se puso botox o no. El Gobierno no pudo desmontar el poder mediático hegemónico".
"El kirchnerismo va a tener que revisar muchas cosas si pierde. Si hay alguna falla está en la inteligencia de Cristina Kirchner, que es tan inteligente que considera que no necesita ni asesoramiento ni formar cuadros. Yo no tomé ni un café con Cristina en sus ocho años de gobierno. Sí lo asesoré a Néstor en los dos primeros años. Después nos separamos, tuvimos puntos de vista distintos, no tan graves. Pero Cristina es brillante. Pocas veces se dijeron en los foros internacionales desde Sudamérica las cosas que dijo Cristina Kirchner. Denunció el modus operandi de los consorcios financieros internacionales. Pero tiene el peligro de la brillantez", concluye.
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