Nueva York transformará su basura orgánica en biogás
En las grandes ciudades hay que gestionar toneladas de residuos cada día. Parte se recicla, pero otra parte acaba en los vertederos, espacios que tienen un límite en su capacidad de almacenamiento. El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, cada vez más preocupado por el medio ambiente, quiere una ciudad más sostenible y ha presentado un plan para producir biogás con los residuos orgánicos.
Con ello, se beneficia al medio ambiente por partida doble: se usan los desechos, que no acabarán en los vertederos, y se genera energía renovable. El objetivo del alcalde es gestionar hasta 100.000 toneladas de residuos orgánicos al año, lo que supone el 10% de los desechos alimentarios de la ciudad.
Desde el pasado abril, un centenar de restaurantes de la ciudad se unieron de forma voluntaria a un plan de recogida de desechos de alimentos. Para el próximo año, se espera que se unan unos 150.000 hogares, un centenar de rascacielos y 600 escuelas. La idea es que, para 2015 o 2016, toda la ciudad recicle las sobras de la comida.
Este programa de compostaje es voluntario. De momento. En unos años, no separar los residuos orgánicos podría ser castigado con una multa, como ocurre ahora con el reciclaje de papel, plástico o metal.
Se reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero
Uno de los objetivos del plan de compostaje es evitar que hasta un 75% de sus residuos sólidos acaben en los vertederos. Indirectamente, también se reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero, ayudando a mitigar el cambio climático. Los desechos de alimentos suponen, aproximadamente, un tercio de las 20.000 toneladas de toda la basura que genera Nueva York cada día.
Nueva York, actualmente, envía su basura a vertederos de Ohio, Pensilvania y Carolina del Sur. El nuevo plan de compostaje ahorraría dinero y las emisiones asociadas al transporte de esa basura.
Otras grandes ciudades de Estados Unidos, como San Francisco, han puesto en marcha programas de compostaje similares. Pero en el caso de Nueva York es todo un reto debido a la densidad de población.