El sangriento choque entre barras de Boca dejó 2 muertos
POR MATÍAS BUSTOS MILLA
Ambos sufrieron heridas de bala durante el enfrentamiento a tiros a quince cuadras del Nuevo Gasómetro. Se escuharon más de 80 disparos. Habría un detenido. El partido fue suspendido.
La violencia en el fútbol argentino no conoce de prevención. Porque a pesar de que se barajaba la posibilidad de un enfrentamiento entre los distintos grupos de la barra de Boca, se produjo un tiroteo entre ambas facciones sobre la calle Mariano Acosta, entre las intersecciones de Castañares y Janes, el cual dejó al menos dos muertos.
Los tiros -se escucharon más de 150 disparos- se produjeron en la previa del clásico entre San Lorenzo y Boca, que a raíz de los incidentes fue suspendido. A su vez, los fallecidos fueron un hincha de 35 años que murió a raíz de un disparo en el tórax y otro hombre de 44 años que falleció en el hospital Santojanni a causa de de un disparo que intgresó por la zona dorsal y salió por la abdominal, según confirmó Alberto Crescenti, titular del SAME. Además hay heridos en los hospitales Argerich, Piñeiro y Penna.
La facción de la 12 que ahora quedó al mando de Cristian Debaux se trasladaba por la avenida Lafuente y portaba armas de fuego. La barra disidente se encontraba en la calle Mariano Acosta y también estaba preparada para el choque, aunque no esperaba un tiroteo, el cual finalmense se desató cuando miembros de ambos grupos se cruzaron por la calle Janes.
Por su parte, la Policía Federal confirmó que hay un detenido, el cual portaba un arma calibre 45, que fue interceptado en el cruce de las calles Acosta y Riestra.
No eran infundados los temores en la previa del clásico que define el triangular de invierno. La alarma se había encendido a raíz de se especulaba con que la facción disidente de la barra (la que simpatiza con Rafa Di Zeo) iría a pelear el protagonismo en el Nuevo Gasómetro con "La Doce oficial", aprovechando que en el propio estadio se vendería un remanente de entradas.
La hipótesis era que el grupo disidente buscaría aprovechar que los principales hombres de La Doce (Mauro Martín y Maximilano Mazzaro) están presos. La información se había filtrado a partir de las escuchas telefónicas en la causa de asociación ilícita que lleva adelante el juez Manuel de Campos.