El parto del Papa
Se puede decir que el Papa volvió hoy a su lugar de nacimiento.
POR ALFREDO LEUCO | 25 DE JULIO DE 2013
Se puede decir que el Papa volvió hoy a su lugar de nacimiento. Es verdad que Jorge Bergoglio, el ciudadano argentino, nació en Buenos Aires. Pero Francisco, el Papa de los humildes fue parido en Aparecida. En Aparecida apareció la esperanza. En el santuario de Aparecida, el cardenal Jorge Bergoglio fue parido Papa aunque fue consagrado seis años después. En aquella conferencia histórica del Consejo Episcopal Latinoamericano del 2007 el entonces cardenal Bergoglio pudo demostrar toda su luz, su talento y su extraordinaria capacidad de comunicación. Algunos le llaman carisma, otros, convicciones. Pero el documento final de aquel encuentro es una suerte de segunda biblia para el Papa.
Es lo que piensa de la iglesia que hay y lo que sueña para la iglesia que viene. En ese texto confeccionado con mas de dos mil aportes pero que tiene la impronta de Bergoglio se habla del gran valor de la religiosidad popular y del estado como el encargado de intervenir en la vida terrenal para suturar las heridas que el mercado produce. Se condena todo tipo de autoritarismo y flagelos como la inseguridad o la inflación y se declara a la familia como patrimonio de la humanidad.
La tradición católica dice que todo empezó cuando un grupo de pescadores le pidió a la virgen una buena jornada de trabajo con sus barquitos en el rio Paraíba. Cuando recogieron las redes, entre miles de pescados, “apareció” una pequeña imagen de una virgen negra. La primera basílica se edificó en 1834 pero hace 67 años se construyó la monumental iglesia actual que tiene 18 mil metros cuadrados y es una de las mas visitadas del mundo. Dicen que la cantidad de peregrinos supera incluso a Lourdes o a Fátima.
En ese lugar celestial y con ese compromiso original con los mas pobres surgió para todos la figura de un cardenal que estaba destinado a sentarse en el trono de Pedro. Todos los que asistieron vislumbraron la sonrisa de un Papa del fin del mundo surgido al calor de sus hermanos latinoamericanos. Por eso digo que el Papa volvió hoy al lugar en donde hace 6 años fue señalado o predestinado para ser Francisco. Hoy su revolución está impactando en cada rincón de la iglesia que tiene 1.200 millones de fieles en todo el planeta.
Francisco no es un Papa más en dos mil años de historia. Todo indica que se va a convertir en el Papa refundador de los valores más profundos. Porque predica con el ejemplo su austeridad republicana y franciscana. Porque ya dijo que se puede perdonar a los pecadores pero no a los corruptos. Y ya empezó a expulsar del templo a los pervertidos sexuales y a expulsar del banco del Vaticano a los corruptos que robaban sin respetar los mandamientos de Dios.
Todos los días Francisco le enseña al mundo el camino de la humildad y de la opción por los pobres que eligió para sacar a la iglesia de su crisis. Se siente un pastor con olor a oveja, un luchador contra la droga y la trata que esclaviza mujeres. Fue conmovedor cuando viajó a la isla de Lampedusa a bendecir a los cabecitas negras del mundo, a esos inmigrantes ilegales que sobremueren cruzando como pueden el océano para huir de la marginalidad y el hambre.
Nuestra Señora de Concepción Aparecida es la patrona de Brasil pero es la madrina de Francisco. Francisco es bien argentino por donde se lo mire. Por el mate, el tango, San Lorenzo y su amor por la justicia social. Pero la génesis de su papado comenzó en Aparecida donde hoy se inclinó para rezar por el y por toda la humanidad.
Para elevar plegarias por la convivencia pacífica en el mundo , para alertar sobre el consumismo irracional e insensible. Para sembrar la esperanza de los jóvenes que quieren pan, paz y trabajo. Para concretar su primer milagro que fue revivir el entusiasmo de los jóvenes por una fe que se parece a ellos y a sus utopías. Es un Papa tan inclusivo que le habla incluso a los ateos. Interpela al género humano y por eso me permito la herejía de un rezo laico: Papa nuestro que estas en el Vaticano/ santificado sea tu nombre.