Play the Blues-Marsalis/Clapton

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• Eric Clapton no es precisamente de aquellos músicos que se pasó toda la carrera desafiándose a sí mismo. Quizás es por eso que esta publicación junto a Wynton Marsalis, en un formato jazzero, cause tanta expectación.
  
  Hace algún tiempo, pub...licamos una nota de 10 discos de jazz que tributaban al blues. Este Play the Blues que reúne a Marsalis con Clapton apunta en la misma dirección. Bueno, aquella nota incluía I Heard You Twice the First Time, de Brandform Marsalis, hermano de Wynton. Así es que no todo es tan sorprendente como puede parecer.
  
  Es interesante la manera en que este álbum fue concebido. Idea de Marsalis, temas seleccionados por Clapton, y de vuelta a Wynton, quien se encargó de los arreglos. Quizás por ahí pase una de las claves de esta entrega: lo natural en la expresión de los músicos – no sólo de los dos protagonistas – y cómo la música fluye, sin perder ni la soltura propia del blues ni el matemático dinamismo del jazz.
  
  Hay momentos realmente alucinantes. “Forty Four” está tremendamente bien logrado, y ratifica el acierto de haber registrado esta iniciativa como un show en vivo, y no en estudio. Nada está sobre-puesto, y los instrumentos conviven, no se tapan mutuamente. Así se siente también a través de las risas en medio de “The Last Time”, tomada con un entusiasmo que contagia.
  
  Aunque el listado de canciones parece excesivamente de nicho, ello no quita que todos quienes siguen la carrera de Clapton puedan disfrutarlo, al menos en la pasada inicial. Quizás la ausencia de ese protagonismo absoluto de Slowhand en cada una de sus grabaciones hará que sus mayores fans se sientan desconectados. Incluso en la excelente toma de “Layla”, don Eric parece invitado a su propia fiesta.
  
  Justo cuando parece que esa mística se pone en peligro, aparece Taj Mahal, uno que sabe de mezclar blues con jazz y tantos otros estilos, y da un giro que sobre el final del LP parecía necesario. Y aunque en “Just a Closer Walk with Thee” se empantanan, “Corrina, Corrina” saca a relucir lo mejor de la trompeta de Marsalis y la conducción del viejo Taj.
  
  En la suma, Play the Blues no es el disco que uno esperaría. Se disfruta, sí, y ofrece una propuesta sumamente original. Pero de a poco, la impronta bluesera de Clapton va perdiendo presencia, y más que desmotivar al auditor, lo que se produce es un leve desequilibrio en la performance. Incluso así, se recomienda, porque es lo más atrevido que un conservador como el héroe blanco del blues haya hecho quizás en toda su carrera. Ese es el gran triunfo de… Wynton Marsalis.