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sábado, 16 de junio de 2012

LA CARTA DE LA ABUELA

Abuela haciendo el"saludo Hawaiano"
LA CARTA DE LA ABUELA
Querido nieto:
El otro día tuve una experiencia religiosa muy buena, que quería compartir contigo.
Fui a la libreria cristiana y allí encontré una calcomanía para el auto que decía :
"TOCA LA BOCINA SI AMAS A DIOS".
Dado que había tenido un día muy malo, decidí comprarla y pegarla en el paragolpes de mi auto.
Al salir manejando, llegué a un cruce de dos avenidas que estaba muy complicado, con muchos autos. La temperatura exterior era de 37 grados y era la hora de salida de las oficinas.
Allí me quedé parada, porque la luz estaba roja, pensando en el Señor y como Él es bueno.
No me di cuenta que la luz se había puesto verde, pero descubrí que muchos otros aman al Señor porque inmediatamente comenzaron a sonar las bocinas.
La persona que estaba detrás de mí auto era sin duda muy religiosa,ya que tocaba la bocina sin parar y me gritaba: DALE, POR EL AMOR DE DIOS.
Dirigidos por él, todos hacían sonar la bocina.
Yo les sonreí y los saludaba con la mano a través de la ventanilla.
Vi que otro muchacho me saludaba de una manera muy particular levantando solo el dedo medio de la mano. Le pregunté a otro de mis nietos, que estaba conmigo, que quería decir ese saludo.
Me contestó que era un saludo Hawaiano de buena suerte. Entonces yo saqué mi mano por la ventana y saludé a todos de la misma manera.
Mi nieto se doblaba de la risa, supongo que por la bella experiencia religiosa que estaba viviendo.
Dos hombres de un auto cercano, se bajaron y comenzaron a caminar hacia mi auto, creo que para rezar conmigo o para preguntarme a que templo voy.
Pero en ese momento fue que vi que la luz estaba verde.

Tambien nos hace el "saludo hawaiano"
Entonces saludé a todos mis hermanos y hermanas y pasé la luz.
Luego de cruzar, noté que el único auto que había podido pasar era el mío,ya que la luz volvió a ponerse en rojo, y me sentí triste de dejarlos allí después de todo el amor que habíamos compartido. Por lo tanto, paré el auto, me bajé, los saludé a todos con el saludo hawaiano por última vez y me fui.
Ruego a Dios por todos esos buenos hombres y mujeres.
Besos.

Tu abuela.

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