Despedida por distraer a sus compañeros con sus grandes pechos
Escrito por Franciscoviernes, mayo 25, 2012
Lauren Odes, de 29 años, ha perdido su empleo en una empresa de lencería de Manhattan (Nueva York) porque distraía a sus compañeros con sus grandes pechos.
Solo llevaba dos días en la empresa, que estaba dirigida por judíos ortodoxos. En esos dos días su jefa le reprochaba continuamente su forma de vestir y sus pechos, afirmando que distraía a sus compañeros de trabajo.
"Cuando comencé a trabajar allí, pregunté si existía un código para el atuendo de los empleados y me dijeron que me bastaba que mirase alrededor y ver lo que todo el mundo llevaba, y así lo hice. El vestido era muy deportivo" declaró Lauren.
Incluso le llegó a pedir que se aplastara los pechos todo lo posible mientras estuviese trabajando. "Cuando me pidió eso le pregunté que si estaba bromeando. Y, me respondió solo le digo que se los cubra un poco más
Demandó a su esposa por ser fea y ganó
Jiat Feng era un hombre felizmente casado hasta que la pareja decidió tener un hijo, se convirtieron en padres de una niña. Fue entonces cuando empezaron los problemas, la hija no se parecía a ninguno de ellos.
Y no solo eso,
la niña salió muy poco agraciada físicamente y Feng empezó a sospechar una posible infidelidad. Finalmente
su esposa le confesó que la niña se parecía mucho a ella, pero antes de sus cirugías plásticas, en las que había invertido 100.000 dólares antes de conocer al marido, sin que éste lo sepa.
Tras comprobarlo con fotografías, la demandó alegando que era demasiado fea y que le había timado al no haberle advertido de las numerosas cirugías a las que se sometió antes de conocerse.
El tribunal de la ciudad al norte de China falló a su favor y su mujer deberá pagarle 120.000 dolares
No es la primera vez que publicamos una
noticia de este tipo, sobre
resurrección de personas antes de ser enterradas, suele pasar mas a menudo de que lo en un principio se podía pensar. En esta ocasión
el funeral de un hombre de 28 años se convirtió en una fiesta cuando despertó en pleno funeral.
Los médicos del centro hospitalario egipcio
habían dado por muerto a Hamdi Hafez al-Nubi, después de haber sufrido un ataque al corazón mientras trabajaba.
Su familia siguiendo la tradición islámica, se quedaron con su cuerpo, lo lavaron y lo prepararon para su entierro. Un médico fue enviado al funeral para firmar el certificado de defunción, pero enseguida se percató de algo extraño, el cuerpo del "fallecido" aún estaba caliente.
Tras examinarlo de manera más profunda, descubrió que aun estaba vivo. La madre se desmayó tras escuchar la
insólita noticia. Consiguieron despertar Hamdi y a su madre, y el funeral se convirtió en una fiesta entre todos los asistentes