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sábado, 7 de abril de 2012

Por sus gemidos las conoceréis...

Por sus gemidos las conoceréis...
Los sonidos que se expresan mientras se tiene relaciones sexuales, son un factor que alimenta la pasión, los cuales excitan más a los hombres.

Estoy segura de que no todas las mujeres hacemos los mismos ruidos sexuales que en el inicio de nuestra vida sexual. Es más, me atrevería a decir a ojos cerrados que en nuestros primeros años mozos de escarceos eróticos, ni siquiera llegamos a hacer un leve sonidito, un pequeño murmuro siquiera. Y es normal: no sabemos cómo demonios hacerlo. Apenas hemos visto unas películas porno y nuestras amigas raramente hablan de eso. ¿Cómo aprender entonces?
Así que lo único que podemos hacer es improvisar, dejarnos llevar poco a poco por el placer y el instinto y sacar de a poco nuestros nuevos y recién estrenados gemidos.
A lo largo de nuestra vida seremos entonces unas expertas en el arte de gemir, pero no porque se trate de un gemido fingido, sino porque a fuerza de tanto practicar, no le queda a una más que convertirse en maestra.
Recuerdo el comentario de un amigo que me dijo que para él, en materia de sexo, el 70 por ciento lo hacen los ruidos en la cama de su compañera. Y, claro, lo creo. Es verdad. Incluso a las mujeres, aunque estamos más ocupadas en el desarrollo del performance sexual, nuestro propio gemido adereza el sexo.
Muchos hombres piensan que mientras más ruido hace una mujer en la cama, más cerca está de alcanzar un orgasmo. Pero a veces, ya lo saben, fingidoras de orgasmos del mundo, eso no es así siempre. Pues una fingidora de orgasmos profesional, sabe que esto puede simular en cualquier momento: cuando quiere que él acabe rápidamente, porque ella ya está muy cansada, o para excitarlo de más cuando éste está a punto de venirse, entre otros.

Pero ahora resulta según una investigación de la Universidad Central de Lancashire en Presto, Inglaterra, que los sonidos que emiten las mujeres durante el sexo no están necesariamente relacionados con que éstas se encuentren a punto de alcanzar su éxtasis.
El estudio se llevó a cabo con 71 mujeres heterosexuales, sexualmente activas, entre las edades de 18 a 48 años, y mostró que la "vocalización copulatoria" de la mujer era reportada más frecuentemente antes o durante la eyaculación del hombre y no tanto al momento del orgasmo femenino. Además, salió a relucir que las chicas controlaban voluntariamente sus sonidos para manipular así las acciones que esperaban del hombre.
Asimismo, un 66 por ciento de las mujeres dijeron haber utilizado sus gemidos para acelerar la eyaculación de su pareja, ya sea para adquirir alivio por causa de incomodidad o dolor, fatiga o limitación de tiempo.
Pero ¿qué tipo de gemido haces tú y por qué o en qué momento? Se dice que quienes son más inhibidas tienen poco desarrollo vocal cuando tienen sexo. Mientras que quienes son más extrovertidas en la vida cotidiana suelen serlo también en la cama y alcanzar gritos de diversos decibeles, dignos de alterar cualquier vecindario.
Por otro lado son pocas las mujeres que de verdad tienen orgasmos espectaculares y lo gritan a todo lo alto, ni siquiera tienen manera de controlar lo que sale de su ronco pecho (me cuento yo entre ellas).
Y una, es verdad, va perfeccionando la técnica, pero no para fingirla, sino porque precisamente hay que soltarse más y casi, dejar al cuerpo que hable. Esa sería mi recomendación de hoy: permitir al cuerpo que se muestre tal cual y es, y se exprese como mejor le plazca en el momento indicado. Verán que no falla.
El sitio esmas.com, habla de ciertas curiosidades cuando de vocalizar sexualmente se trata:
1. Los seres humanos no somos los únicos que realizamos sonidos durante el sexo; de acuerdo a un estudio publicado en el sitio LiveScience.com, los monos también lo hacen; un 86 por ciento de las hembras gimen en el acto para estimular a los machos y estos logren llegar al clímax; la investigación también reveló que sin estos sonidos hechos por ellas, su pareja nunca eyacularía.
2. La excitación producida por los gritos y gemidos puede llegar a ser tan fuerte o inclusive más que la estimulación directa a los órganos sexuales; gracias a que la sensibilidad del oído, provoca efectos para que se pueda lograr esto.
3. Los sonidos que se realizan durante el sexo no siempre ocurren cuando se tiene un orgasmo, estos pueden anteceder al mismo y subir de intensidad conforme se va alcanzando el clímax.
4. El periódico inglés The Sun, dio a conocer otra noticia relacionada al sexo y los sonidos: el caso de Caroline Cartwright, quien fue acusada por sus vecinos de gritar despavoridamente cada noche que mantenía sexo con su esposo, situación que la llevó a ser condenada por un juez, a nunca más volver a exclamar cualquier ruido durante el acto.
¿Tú qué tipo de gemidos haces?
¿Te cuesta tenerlos, los finges o son naturales?

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