¿Somos infieles?
'El carnero de Dall'. Foto David McMaster, 2005, Alaska Zoo, Anchorage, Alaska, USA. GNU Free Documentation License.
Ya lo dice Sabina: "Cuernos, cuernos, cuernos, siempre tan modernos. Cuernos, cuernos, cuernos, es la solución…". Pues parece ser que para muchos sí: las cifras del popurrí (*) de estudios consultados son verdaderamente llamativas. Oscilan entre los que dicen que el 46% de los hombres y el 49% de las mujeres declara haber puesto los cuernos alguna vez. Y otros donde se rebaja un pelín y se asegura que casi cuatro de cada diez españoles ya han sido o podrían ser infieles (39%). El 17% lo confiesa abiertamente: lo han sido una vez (8%) o más veces (9%).
Pero claro, se puede pecar también de pensamiento y omisión. Y, aunque no demos el paso, sí parece que fantaseamos con tener relaciones sexuales con todo lo que se mueve.
Un 10% de ellos y un 5% de ellas no han sido infieles aún, pero les gustaría probarlo. Y
un 22% reconoce que, aunque no lo ha sido, podría pasarle. Y luego está
el tema de ser uno libre como un pájaro pero que tu pareja no lo sea.
El clásico liarse con un casado o casada, que de todo hay. Si son relaciones esporádicas… venga, admitimos casado como animal de compañía, pero
estar condenado a ser la otra o el otro, parece que no nos gusta. De
todos modos, casi la mitad lo ha probado: el 42% de ellos y el 46% de
ellas han tenido relaciones con alguien que estaba siendo infiel.
Sabina hacía una defensa de los cuernos. No así Antonio Machín que debió acabar con ansiolíticos ya que su corazón loco le hacía querer a dos mujeres a la vez. Otro clásico: una era el amor sagrado, compañera de su vida, esposa y madre a la vez; y la otra pues el amor prohibido y complemento de sus ansias. Pues no, Antonio, no te preocupes, no estás loco: casi la mayoría de españoles (48%) cree que es posible amar a su pareja mientras se le es infiel.
Los cuernos no suelen sentar bien. Pero también hay hombres a quienes molesta que su chica sea tan obsequiosa cuando un amigo suyo viene a ver el fútbol o mujeres que llevan muy mal que su cuchi sea el terror de las becarias en el trabajo. Deben ser los menos, porque coquetear en la oficina o en un bar no es considerado un engaño para el 66% de los hombres y el 66% de las mujeres españolas, según una encuesta realizada por el Instituto IPSOS. Más nos fastidian los besos en la boca,aunque sean piquitos: casi siete de cada 10 españoles lo considera semicuernos. Lo que si tenemos claro casi todos es que una vez que se tienen relaciones sexuales son unos cuernos en toda regla. Y da lo mismo que la relación sea una doble vida perfectamente establecida (un 96% lo cree así), a que sea una tonta canita al aire sin amor (92%). Aunque, todo hay que decirlo, la gente ve peor lo del amante fijo. Lo que choca un poco es que sólo el 44% considera que estar enamorado de otra persona es un signo de infidelidad.
Donde hay una persona infiel, hay también un cornudo o cornuda no sabemos si apaleado. ¿Nos volvemos locos como Alaska cuando descubrimos la traición? Aquello de estrellar un coche para que todo acabe entre ellos… Pues no. Los hombres son más propensos (60%) a perdonar la infidelidad de su pareja que las mujeres (54%), aunque son estas últimas las que más han admitido haberlo hecho (7% contra 5% de los hombres). Tampoco somos vengativos. Ni revanchistas.
Desde que te pillen en la típica situación en la que sólo puedas balbucear “Esto no es lo que parece”, hasta que te humillen pegándotela con tu mejor amigo/a, pasando porque te pongan los cuernos con una persona del mismo sexo que tu pareja, las infidelidades dan para mucho en el cine, la literatura y el arte. Pero… una vez más la realidad supera a la ficción.
(*) Los datos usados proceden en su mayoría del Test del Sexo realizado, en su quinta edición, por el portal Sexole (estudiosexual); del Informe Durex; de los informes sobre hábitos de salud sexual entre la población española y el de hábitos sexuales de la población europea, ambos de Pfizer, entre otros.
Sabina hacía una defensa de los cuernos. No así Antonio Machín que debió acabar con ansiolíticos ya que su corazón loco le hacía querer a dos mujeres a la vez. Otro clásico: una era el amor sagrado, compañera de su vida, esposa y madre a la vez; y la otra pues el amor prohibido y complemento de sus ansias. Pues no, Antonio, no te preocupes, no estás loco: casi la mayoría de españoles (48%) cree que es posible amar a su pareja mientras se le es infiel.
Los cuernos no suelen sentar bien. Pero también hay hombres a quienes molesta que su chica sea tan obsequiosa cuando un amigo suyo viene a ver el fútbol o mujeres que llevan muy mal que su cuchi sea el terror de las becarias en el trabajo. Deben ser los menos, porque coquetear en la oficina o en un bar no es considerado un engaño para el 66% de los hombres y el 66% de las mujeres españolas, según una encuesta realizada por el Instituto IPSOS. Más nos fastidian los besos en la boca,aunque sean piquitos: casi siete de cada 10 españoles lo considera semicuernos. Lo que si tenemos claro casi todos es que una vez que se tienen relaciones sexuales son unos cuernos en toda regla. Y da lo mismo que la relación sea una doble vida perfectamente establecida (un 96% lo cree así), a que sea una tonta canita al aire sin amor (92%). Aunque, todo hay que decirlo, la gente ve peor lo del amante fijo. Lo que choca un poco es que sólo el 44% considera que estar enamorado de otra persona es un signo de infidelidad.
Donde hay una persona infiel, hay también un cornudo o cornuda no sabemos si apaleado. ¿Nos volvemos locos como Alaska cuando descubrimos la traición? Aquello de estrellar un coche para que todo acabe entre ellos… Pues no. Los hombres son más propensos (60%) a perdonar la infidelidad de su pareja que las mujeres (54%), aunque son estas últimas las que más han admitido haberlo hecho (7% contra 5% de los hombres). Tampoco somos vengativos. Ni revanchistas.
Desde que te pillen en la típica situación en la que sólo puedas balbucear “Esto no es lo que parece”, hasta que te humillen pegándotela con tu mejor amigo/a, pasando porque te pongan los cuernos con una persona del mismo sexo que tu pareja, las infidelidades dan para mucho en el cine, la literatura y el arte. Pero… una vez más la realidad supera a la ficción.
(*) Los datos usados proceden en su mayoría del Test del Sexo realizado, en su quinta edición, por el portal Sexole (estudiosexual); del Informe Durex; de los informes sobre hábitos de salud sexual entre la población española y el de hábitos sexuales de la población europea, ambos de Pfizer, entre otros.
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