Así
tituló en 1925 el diario argentino La Vanguardia (fundado por Juan
B. Justo) un artículo dedicado al cómo y por qué razón la mujer
debe comportarse una vez contraídas las nupcias con su amado. Claro,
para ese entonces la gente se casaba y así morían, casados. No como
ahora: divorciados y mal empatados.
A
continuación llegaban los que correspondian a los hombres:
Si
funcionaron entonces, ¿Servirán ahora?. Parece un poco
desbalanceado, ¿no?...
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