- De lo que paga por consumir, el Estado le cobra el 21% de sus gastos en concepto de IVA (castigo por consumista);
- Si con motivo de su suerte y de su esfuerzo Ud. gana por encima de los 10 mil pesos, el Estado le quita en promedio el 35% de sus honorarios por “impuesto a las ganancias” (sanción por ascender de clase social y dejar de ser pobre);
- Si Ud. es disciplinado y ahorrativo y luego su patrimonio arriba a los 305 mil pesos en bienes (algo más de 60 mil dólares), el Estado le sustrae el equivalente al 3% del coeficiente en concepto de “Impuesto a los bienes personales” (reprimenda por materialista y glotón);
- Si Ud. fuma, usa celular o le gusta tomar alcohol (entre otros hábitos “suntuosos”) el Estado le cobra el 8% extra (por “ostentoso y oligarca”);
- Si Ud. osa manejarse con cheques o débitos, el Estado se queda con el 0,6 por mil equivalente al 1,2% del monto operado al extraer el efectivo (escarmiento por no usar papel moneda).
- A todo este cúmulo de rapacerías hay que sumar un sinfín más de desfalcos estatales según actividades puntuales (por ejemplo si Ud. es comerciante o profesional se lo amonesta con el 3,5% de sus Ingresos Brutos) y agregar también otras formas de pirateo por medio de mecanismos menos ostensibles, como ser los aportes “sociales” (jubilaciones y otros negociados) cuyos montos van desde el 17% para aportes y 23/27% para contribuciones.
¿Falta
algo más?, parece que sí: el impuesto inflacionario (que como se
sabe es del 35% anual).
¿A
quién le roba el Estado todo esto?. Pues a los ciudadanos que
trabajan. ¿Para beneficio de quién?, de los que no lo hacen.
Vale
decir, el inconmensurable desembolso público se nutre de una serie
de inmerecidos premios a los siguientes rubros:
A)
a la pereza (eufemísticamente llamados “planes sociales” y que
son presentados bajo apodos ingeniosos tales como: “Plan Jefe y
Jefa de Hogar”, “Programa de Trabajo Auto-gestionado”, “Seguro
por Desempleo”, “Programa de Empleo Transitorio”, “Acciones
de Entrenamiento para el Trabajo en el Sector Privado”, “Programa
de apoyo a la formación sindical”, “Seguro de Capacitación y
Empleo” y un inacabable etcétera);
B)
a la “puntería en la cópula” (denominadas como “Asignaciones
universales por hijo”, que de universales no tienen nada);
Complementariamente,
el Estado paternalista se dedica a donar y repartir a sus clientes
una variopinta gama de plasmas, computadoras y modernos artefactos de
tecnología “imperialista”.
Luego,
una mitad que trabaja y se esfuerza es obligada a financiar a la otra
mitad que no trabaja ni se esfuerza.
¿Cómo
se le llama a esta política
- “justicia social”?,
- “distribución del ingreso”?,
- “economía solidaria”?,
- “economía de la igualdad”?...
Es
preferible llamar a las cosas por su nombre: “economía
parasitaria”.
SEÑORES:
Fuente: " a Prensa Popular"... y supongo el 45,89%, porque 100% menos el famoso 54,11% da eso, no?, porcentaje nada despreciable para mi gusto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario