
“Sos como el pato criollo” no sería una expresión común entre los humanos si conociéramos cómo actúan estos animales.
Los patos, cuando vuelan juntos en formación, lo hacen a una velocidad de un setenta porciento más rápido que cuando vuelan solos. ¡Qué diferencia!.
Los patos comparten armónicamente la posición de líder. ¡Qué sentido de comunidad!.
Cuando el que está a la cabeza se cansa, va a la parte de atrás y otro toma su posición. ¡Qué actitud de desapego en el liderazgo y qué ejemplo de búsqueda del bien común!.
Los patos con sus graznidos animan desde atrás a los que están adelante para urgirlos a volar más rápido. ¡Así se apoya a los líderes!.
Los patos acompañan al que se siente cansado. Cuando uno de la bandada está viejo, enfermo o débil y no puede seguir volando en la formación, al menos uno o dos patos se unen a él para ayudarlo y protegerlo. ¡Qué caritativos!.
Moraleja:
En la vida, mete la pata quien no tiene las actitudes de los patos.
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