Sinsabores de blanqueos y de divorcios
por Carlos Pagni
El problema de haber ocultado activos al Estado se vuelve más costoso cuando, además, se le ocultaron a la pareja. El blanqueo que ofrece Mauricio Macri puede ser una pesadilla para algunos divorciados, para divorciados en potencia y para quienes se están divorciando.
Muchos ahorristas ocultaron parte de su fortuna en la separación de bienes. Ahora, con la exteriorización, el ex cónyuge puede reclamar. Sobre todo, si no fueron precavidos al redactar la disolución matrimonial.
El drama afecta también a los que ocultaron su patrimonio a un nuevo amor. Deben demostrar la antigüedad de lo que atesoran en secreto. Si no, se convierte en ganancial. Un contratiempo si se prevé un divorcio. Hay quienes prefieren no blanquear y optan por la moratoria. Ningún impuesto es más caro que perder el 50%. La peor mortificación es la de quienes quieren sincerarse ante el fisco pero están en pleno divorcio. Si la discusión se alarga, se vencen los plazos de la AFIP. Y desnudarse puede agravar el conflicto. Macri, que ya les da trabajo a contadores, mejorará la actividad de los mediadores de pareja.
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